•Antes• C.R.O

V.e.i.n.t.i.n.u.e.v.e

Bex.

No podía dejar de correr, todo estaba oscuro pero se sentía como si no podía moverme.

-¡NOOOO!- escuche un grito, la voz de Tomás me desespero más y el corazón empezó a latir cada vez más fuerte, era el, tenía una apuñalada en su estimado y no dejaba de sangrar -no me dejes...- dijo bajito, callendo de rodillas.

Mi cuerpo quedó quieto, no podía llegar a donde estaba Tomás y las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, mojando mís mejillas, estire mis brazos pero aún así no podía llegar, sentí un dolor en mi pecho, puse mis manos en mi corazón el cual sentía que estaba rompiéndose una y otra vez al sentir que no podía estar al lado de tomi.

Cerré mis ojos y otra vez empezó la misma secuencia, el mismo sueño, el mismo dolor.

***
Tomás.

-Ya se lo que te pasa- cazzu se sentó al lado mio en el sillón, yo solo podía mirar la pared esperando a que el celular sobra con buenas noticias.

Había pasado tres semanas de todo, H había hecho desaparecer a Andrés, no dejo que tuviera que ver, no quería que me mancjara la manos sabiendo que amo a la morocha, todos se enteraron.

-La piba que es como mi hermana está en coma, ¿Vo' que esperas?- dije con bronca levantándome del sillón y ptendiendome un cigarro.

-La amas- ella agachó su cabeza, yo solo la mire, ya no podía negarlo, me hacía daño -No te culpo, también amo a alguien mas- mis ojos se agrandaron.

Sentí un alivio por más que en otro mundo tendría que estar destrozado, pero no la amo y ella también merece ser feliz.

-Quiero lo mejor pa' vos Juli y yo no soy- apague el cigarrillo y me volví a sentar, pero frente a ella.

-Estoy viendo al Khea- mis ojos se abrieron más grandes, otro alivio paso por mi cabeza, el alivio de que el no tenga intenciones con bex -Lo amo-

Hablamos un tiempo más, me hacía feliz que a pesar de todo lo malo que esté pasando alguien esté feliz y pueda tener un futuro feliz.

Me despertó el celular, eran muchos mensajes de los chicos diciendo que bex despertó pero que todavía no habían pasado a verla, me cambié rápido y me subí a la moto, fui lo más rápido que pude al hospital.

Al llegar todos me miraron rato, como si pasara algo malo ¿Qué podía pasar si bex despertó? No entendía nada wacho.

-No pases amigo- dijo H agarrando mi hombro.

Le saque la mano de encima y entre rápido a la habitación, ahí estaba la morocha, sentada en la cama hablando con su mamá, tenía su piel pálida y ojeras en sus ojos, me miró rara.

-bex...- dije dando un paso adelante, lq.adre se puso frente a mi.

-Andate, ahora no puede estar con nadie- me quiso sacar pero su voz, esa voz que hacía que me sintiera feliz.

-Mamá- los dos la miramos y ella solo levantó una ceja -¿Quien es?- corrí a la mamá y me acerque hasta la cama.

-Soy yo morocha, soy tomi- las lágrimas estaban a punto de salir no era posible que no me recordara, agarre su mano pero ella me soltó rápido.

-¿Qué haces flaco? No te juno- me miró mal.

La mire un instante y salí de la habitación, me sentia roto, cuando salí todos me miraron y yo solo empecé a caminar, necesitaba salir rápido de ahí, sé que los chicos me hablaban pero yo no podía dejar de caminar rápido, necesitaba huir.

Había pasado un mes, bex seguía haciendo su vida normal, lo sabía porque en sus redes había fotos con su beba, amigos y duki.

Mentiría si dijera que no estaba lastimado, roto.

Los chicos siempre me buscaban, pero no respondía, estaba muy dopado a causa de las pastillas para dormir y el alcohol.

Tocaron la puerta, pero no podía levantarme del sillón, mi guitarra estaba en mi piernas y una y otra vez tocaba lo mismo.

-Antes de que te despidas y decidas dejar todo esto en la nada...- la puerta volvió a sonar.

-Soy yo- su voz.

No sé de donde saque fuerzas pero me pare, abrí la puerta y ahí estaba, con su pelo planchado y sus cachetes rojitos, enana y linda como siempre.

Les tengo que avisar que esto está apuento de terminar, el final va a ser feliz pero no para todos u.u