Sevastien
Veo como Smirnov da vueltas por toda la habitación, lleva marcando al teléfono de de su hermana desde como una hora, pero ella no responde. Sonrío a pesar del dolor en mi hombro, el muy cabron me había disparado como acto de demostrarle a mi esposa, quien tiene el poder.
Pobre idiota
Lo único que hizo, fue agravar su situación. Mi sonrisa no se borra, aunque el dolor me esté matando, me alegra saber que la muñeca hizo lo que les advertí, conozco a mi esposa. Sé perfectamente que no dejará libre a Alaska, hasta que le dé respuestas, solo espero que ella no se haya puesto en peligro, más por el bebé.
-Por más que lo intentes- digo- dudo que tu hermana responda, a esta hora de seguro ya está muerta-
Sonrío mas al ver un avisto de preocupación y miedo en su mirada, no deja de insistir en el teléfono.
-Yo les advertí que no le tocaran los ovarios a mi esposa, si no querían conocer al demonio que lleva dentro-
-¿Cómo es posible?- pregunta en un susurro preocupado, para después mirarme- mi hermana siempre ha sido la mejor en peleas, tu esposa no pudo haberla vencido tan fácil-
Miro a Alessa con una ceja arqueada. Sabiendo que le estoy dando un golpe bajo.
-¿Acaso olvidaste que ella es hija de Francesco Bianchi y su primogénita para ser más exactos?-
Sus ojos abren en estupefacto, al caer en cuenta de la implicación.
-Ella no...-
Asiento, sonriendo con orgullo.
-Oh, sí puede- respondo- tiene su puntería innata y la sangre fría para asesinar y torturar, yo simplemente la ayudé a perfeccionar esas cualidades- me acomodo un poco en la silla- estoy seguro que en estos momentos, están en camino a mi rescate-
Me miran fijamente, después entre ellos. Rápidamente comienzan a dar órdenes a todos sus hombres. Yo simplemente los miro, mientras silbo, esperando pacientemente a que mi esposa llegue.
-Mi hermana, no pudo haber hablado- niega con la cabeza como si no lo creyera- imposible...-
Un estruendo en la parte de arriba, lo interrumpe. Los disparos empiezan a escucharse, Smirnov, le da señales a sus hombres para averiguar qué pasa.
En cuanto abren la puerta, son recibidos por disparos. Caen muertos, veo una sombra aparecer, es Vladimir con un arma apuntado directamente a la cabeza de Oleg, mientras que él coloca el cañón en mi hombro herido, haciendo presión, gruño por el dolor. Siento como el sudor baja por mi frente junto a pérdida de sangre, me cuesta mantenerme despierto.
Frunzo el ceño
¿Dónde está mi esposa?
Mi amigo, sonríe como si hubiera ganado la lotería.
-Vaya, parece que he llegado a una fiesta-
Alessa saca un arma y le apunta, él simplemente arquea una ceja.
-¿Realmente me vas a disparar con tu mala punteria? Que patético-
Smirnov no deja de apuntarme, mientras hace más presión en la herida de mi hombro, gruño y me remuevo, pero recibo un golpe en mi cabeza con la culata.
-Maldito...-
Vladimir trata de acercarse, pero el cañón del arma cambia de dirección hasta mi cabeza.
-No te muevas o le disparo- se ríe- ¿Dónde está tu reina? Tan prepotente que es, que ni si quiera me viene a dar la cara-
Un segundo estruendo se escucha detrás de nosotros, el humo llena la habitación, a través del desastre, la veo caminando hacia nosotros con una mirada determinación y el arma en alto. Sonrío al verla, mi esposa acaba de hacer una entrada de acuerdo a su posición.
ESTÁS LEYENDO
Amor Ruso
RandomSaga Flores en la Mafia #1 Rea Jones, una mujer que trabaja en una editorial, su trabajo más soñado y amado. Independiente, fuerte y orgullosa de no tener que depender de nadie, ni siquiera de su mejor amiga, mucho menos de un hombre. Hasta que se...