Cerré la maleta. Apagué las luces.
Me acosté en la cama, abrazando la almohada como si me sostuviera de algo que aún no se rompía del todo.
Y entonces, por fin, caí en un sueño profundo.
(...)
Me desperté por la vibración insistente de mi teléfono. Estiré la mano aún somnolienta hasta alcanzarlo en la mesa.
—¿Bueno? —pregunté con la voz ronca.
Del otro lado se escuchaba música, risas, gritos.
—¿Dónde estás? ¿Ya te has ido?
—¿Qué? No. ¿Dónde estás tú?
—En la fiesta. Es que veo a Liam, pero a ti no.
"Son solo hombres".
Si. Ajá.
—Estamos... peleados —admití haciendo una mueca, aunque ella no podía verla.
—Oh... ¿Quieres que vaya contigo?
—No, todo está bien. Tú disfruta.
—Hailey...
—En serio —dije para no preocuparla, y colgué.
Suspiré y terminé de guardar unas cosas en la maleta. El silencio del departamento se sentía más pesado que nunca. No debía hacerlo, pero abrí Instagram. Deslicé dos historias... y ahí estaban las de Kimberly.
Error.
Un video de Liam. Sonriéndole a alguien fuera de cámara. Esa sonrisa... justo esa que siempre había sido solo mía. Obviamente ella lo grabó a propósito. Esa mujer tiene un radar para molestarme.
Mi teléfono sonó otra vez. Esta vez era Caleb.
—¿Dónde estás? —soltó antes de que yo siquiera pudiera saludar.
—En el departamento.
—¿Por qué no viniste? Todos están aquí.
—Lo sé... ya vi.
—Malia y yo iremos por ti.
—¿Qué? ¡No!
—No voy a dejar que tú estés ahí sola mientras todos estamos en la fiesta.
—Caleb estoy bien, de verdad.
—Si Liam está molesto conmigo, tú no tienes por qué pagar las consecuencias.
No pude evitar suspirar. Me rendí.
—No tengo qué ponerme. No traje ropa para una fiesta.
—De eso se encarga Malia. Arréglate. En veinte minutos estamos ahí.
—Está bien...
Colgué y fui directo por mi maquillaje. Delineado grueso, sombras oscuras, labios definidos. Me ondulé un poco el cabello, dejándolo caer sobre mis hombros.
(...)
Golpearon la puerta.
Abrí y ahí estaban Malia y Caleb.
—Hola... wow, te ves genial —dijo Malia mientras me jalaba hacia la habitación con una bolsa llena de ropa.
—Tú solo cámbiate. Te esperamos en la sala —dijo con una sonrisa cómplice.
Revisé la ropa que había traído. Elegí un conjunto atrevido pero elegante: una falda negra ajustada, tiro alto, y un top de tirantes delgados del mismo color, con un escote sutil pero favorecedor. Era sexy sin ser vulgar.
YOU ARE READING
My Only One 3 •Editando•
Teen Fiction"Siempre serás tu" Liam tendrá que tomar una decisión, la decisión de quedarse con Hailey en N.Y.... o aceptar y seguir sus sueños de ser un jugador profesional.
Capitulo 46
Start from the beginning
