CELOS CALLADOS/ KAKAIRU

EXTRA 3

-No seas infantil, ¿quieres? Y concéntrate de una vez. - dijo por enésima vez Shikamaru pensando seriamente en dejar al rubio atrás.

-No estoy siendo infantil, solo que no sabes lo que pasa. - contestó Naruto, sentado en una roba cerca a un pequeño riachuelo que encontraron.- Es muy difícil asimilarlo aún, por más que trate de verlo como algo...normal, no puedo. No cuando siento que me trataron de idiota.

-Porque lo eres... -susurró el pelinegro a su atrás. Suspiró cansado y se acerco hacia el otro "Pero qué fastidio"-Puede que sea algo inesperado, pero no es tu vida, Naruto. Además ya son adultos, ellos saben lo que hacen.

-Espera, aguarda un segundo, ¿Tú ya lo sabías? .- el joven Nara chistó con su lengua y asintió lentamente. - Espera, ¿lo sabías y no me lo dijiste? Pero Shikamaru...

-Cállate, no era de mi incumbencia decírtelo.- Naruto iba volver a replicar, pero Shikamaru le tapó la boca con su mano izquierda. -Además, ellos no me lo dijeron, yo lo supuse, era demasiado obvio.- omitió que los vió besándose, puesto que le haría muchas más preguntas y no estaba para aguantar al menor.

-Pero igual, debías decírmelo. - hizo un puchero molesto el Uzumaki.- Al menos que lo sospechabas...

-No puedo decir algo de lo que no estoy seguro, te hubieras vuelto como un loco.- lo miró alzando una ceja, dejando en claro que tenía razón.

Naruto simplemente se cruzó de brazos y no dijo nada más. Se quedó mirando un punto fijo en el riachuelo, hasta que siento como el pelinegro se levantaba y empezó a alejarse sin mencionar nada más.

Él resopló y cogió una pequeña roca que estaba a su lado, lanzándola en el aire y atrapándola con su mano, haciendo eso constantemente mientras que pensaba un poco más sobre la relación de sus dos senseis. Tampoco es que no lo acepte, simplemente le cayó como agua fría, fue muy inesperado, algo que no lo imaginaba posible.

-No hagas esos ojos de perrito, ya vámonos.

-Pensé que ya te habías ido... - dijo el rubio poniéndose de pie e inclinando su cabeza en forma de duda.

-Claro que no, idiota, estamos en una misión y te necesito. - respondió con obviedad el Nara, posando su mano en su cadera y mirándolo como si le pesara estar con él.

-Si no fuera por la misión, me dejarías aquí.- susurró el menor alejándose y empezando a correr en directo de su objetivo, ya se habían retrasado un poco por capricho de este.

-Es obvio que lo haría, no soy niñera de nadie.- Shikamaru se puso a altura de Naruto y empezó a correr a su lado. -Ahora cambia esa cara.

-Es la única cara que tengo.. -murmuró el otro como respuesta y siguió mirando hacia adelante.

Shikamaru empezó a sentir un poco mal, pues al parecer a su amigo sí le estaba afectando la relación de sus maestros, así que rodó los ojos y dio un bufido antes de hablar.

-Cuando regresemos de la misión... - pasó un momento, llamando la atención del rubio.- Cuando regresemos, puedes ir a mi casa para que me cuentes que es lo que realmente te molesta.- lo dijo tan bajo, que Naruto solo logró entender que lo estaba invitando a su casa.

-¿Eh?

-Que de ahí vamos a mi casa y sueltas todo lo que tengas, idiota. No lo volveré a repetir.- mencionó el pelinegro al ver la cara de confusión del Uzumaki.

Naruto volteó su cara con sonrojo por algo que ni él sabía. Solo que al ser invitado por Shikamaru, empezó a sentir nervios y conmoción al mismo tiempo.

Cuando Jiraiya falleció, Shikamaru también fue el que lo ayudó de forma indirecta y dándole fuerza para salir y poder vivir con esa pérdida. Y ahora que se sentía muy raro por lo de Iruka sensei, ahí estaba el pelinegro, dando a saber que podía contar con él en eso, que podía decir lo que piensa y él lo escucharía.