Capítulo 4.

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"Interrotto".

"Interrotto"

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Marco.

No podía creer que luego de este día tan largo encontré algo bueno, tengo a la Principessa delante de mí.

Ella se giró para observarme con un vaso de whisky en la mano.

— ¿Me hablas a mí? —pregunto.

—Claro Principessa ¿De quién más podría estar hablando?

—Lo siento, pero yo no soy principessa Latina ni nada por el estilo, tengo un nombre precioso por cierto como para que desconocidos me estén poniendo apodos.

—Pues se resuelve fácil principessa, un gusto yo soy Marco D'Alessio.

— ¿D'Alessio? Es decir que ¿Estás relacionado con el casino no es así?

—Claro principessa yo soy el dueño, de este casino, y de una cadena hotelera entre esos el hotel donde te hospedas. —respondí sonriendo.

—Bueno realmente no sé qué es más raro, si saber qué hablas español o el hecho de que sepas que estoy hospedada en uno de tus hoteles. —hizo una mueca, la cual distrajo mi atención por uno segundos a sus labios los cual de cierta manera me estaban tentando a morderlos y saborearlos a mí gusto.

Principessa si hay algo que tienes que tener una certeza es que tú no has pasado desapercibida para mis ojos, ni bien llegaste a mi hotel llamaste mi atención y más al darme cuenta de que eres latina, y con respecto al español es una lengua que llama mucho mi atención tengo cierta debilidad por el idioma, es muy atractivo para mí.

«Y no solo el idioma».

—Pues me alegra encontrar a otra persona que hable mi idioma.

—Y yo me alegro de haber encontrado una latina, ¿No quieres recorrer el lugar? —la invité a ponerse de pie junto a mí.

Comenzamos a recorrer el casino, yo intentaba alejarme de la multitud.

—Principessa cuéntame ¿Que te trae a Italia?

Ella pareció pensarlo unos segundos.

—Digamos que me trajo la vida. —respondió riendo.

Su sonrisa.

No pude aguantar más y la acorraló en una de las esquinas que tenían las escaleras.

—Bonita sonrisa. —la besé.

Por un segundo creí que intentaba apartarme, apoyó sus manos en mis hombros como queriendo hacer fuerza para apartarme, pero no lo hizo al contrario acomodo sus manos en mi nuca atrayéndola más hacia mí, sus labios se movían al compás de los míos como si ambos estuviéramos hambrientos el uno por el otro, quite uno de mis brazos de la pared para apoyarlo en su cintura.

Nos separamos para tomar aire, su mirada ya no era la misma que hace minutos atrás tenía una mirada mucho más penetrante.

—Ven. —tomé su mano.

La llevé conmigo hasta mi oficina, tenía que volver a besarla, pero esta vez en un lugar más privado, odio saber que hay personas observándonos que pueden llegar a imaginar que pueden conseguir lo mismo de ella. Desde que la vi es mía y no voy a permitir que otro siquiera imaginé que podría llegar a intentar acercarse.

Una vez que llegamos a mi oficina la dejé pasar primero y entré después para poder observar cada detalle de ella.

—¿Quieres algo de beber? —pregunte llegando a mi minibar.

—Un pequeño trago está bien. —respondió mientras observaba todo en mi oficina.

Le serví su trago y me acerqué para dárselo en la mano.

—Cuéntame algo de ti. —ella comenzó a reír mientras tomaba el whisky de un solo trago.

—¿De verdad crees que yo voy a creer que vinimos a este lugar a hablar de nosotros? —acortó la poca distancia que nos separaban y dejó el vaso vacío sobre mi escritorio donde yo me encontraba apoyado.

Hizo unos amagues de besarme paseaba sus labios desde una mejilla a la otra sonriendo, por un segundo me sentí frustrado al no estar besándola teniéndola tan cerca así que tomé su rostro entre mis manos y la besé a lo que ella correspondió el beso inmediatamente, me giré apoyándola sobre mi escritorio para poder subirla a este ubicándose entre sus piernas.

Mis manos se encontraban recorriendo sus piernas suaves, comencé a subir mi mano por su muslo hasta que de pronto tocaron la puerta.

Maldita sea mi suerte.

Me separé de ella dispuesto a despedir a la persona que acababa de interrumpir mi momento con la principessa, al abrir la puerta me encontré con Matteo una de las personas que se encarga de la seguridad.

—cosa vuoi? È meglio che sia importante se non ti licenzi subito. (¿Qué quieres? Más te vale que sea importante sino te despido ahora mismo). —dije enojado sobre todo porque él se encontraba observando hacia adentro de mi oficina razón por la cual salí de esta y cerré la puerta.

Il signor D'Alessio la stanno cercando di seguito è il signor Andrea ha detto che è una cosa urgente che non può aspettare. (Señor D'Alessio lo buscan abajo es el señor Andrew ha dicho que es algo urgente que no puede esperar). —bajó la vista.

Maldito bastardo estuve toda la semana llamándolo y se viene a aparecer en este momento.

Sin más remedio volví a entrar a la oficina para hablar con la principessa, cuando abrí la puerta la encontré tomando otro trago de whisky.

—Supongo que deberías irte ¿No es así?

—Si lo siento. —dije intentando disculparme.

—No pasa nada de verdad, yo ya tengo que ir con mi amiga que de seguro ya está esperándome porque no sabe hablar italiano y yo hablo por ella.

—Claro ve te estaré observando. —abrí la puerta de mi oficina.

—Pues me portaré bien entonces. —me guiño un ojo.

Una vez que se fue le escribí un mensaje a Andrea (Andrew).

—Ti aspetto in ufficio. (Te estoy esperando en la oficina).

Y pensar que por la misma puerta donde se fue la diversión entrarán los problemas.

Porque Andrew es significado de problemas, lo cual él los ve como su dosis diaria de adrenalina.



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