Más tarde vino mi madre con una bolsa de plástico llena de cientos de artículos recortados con mucho cuidado de infinidad de periódicos.
-No sé si te das cuenta del bombo que le han dado a este asunto -dijo-. Todo el mundo te conoce. -Dejó la bolsa sobre la cama y hojeó las páginas llenas de palabras-. Estos no son más que los recortes que he hecho desde que salimos de Gran Bretaña; en casa tengo más. Pensé que... -Hizo una pausa para escoger las palabras-. He pensado que a lo mejor querías ponerte al día, ver cuánto se preocupa la gente por ti.
Tiré de la bolsa hacia mí y sentí el peso del papel sobre las piernas. Saqué un fajo y lo primero que vi fue la foto. La última foto que me habían sacado para el instituto aparecía ampliada, enorme, en la portada del periódico The Australian. Llevaba el pelo revuelto hacia un lado y la camisa del uniforme me apretaba el cuello. Esa foto me parecía odiosa, siempre lo había pensado. Ojeé algunos artículos y en casi todos salía la misma fotografía.-¿Por qué les diste esa foto? -pregunté.
Mi madre frunció el ceño y cogió el periódico.
-Estás muy guapo.
-Estoy muy joven.
-Cariño, la policía necesitaba una foto reciente.
-Pero ¿tenía que ser una del instituto?
Entonces pensé en ti, que estarías en una celda, en alguna parte. ¿Habías visto todos esos artículos? ¿Habías visto la fotografía?
Leí fragmentos de las noticias.
«Kwon Ji Yong, el joven de dieciséis años secuestrado en el aeropuerto de Bangkok, fue ingresado en un remoto hospital de Australia Occidental. Al parecer fue su propio captor quien lo llevó...»
«Los ansiosos padres de Ji Yong Kwon toman un vuelo privado desde Londres para estar junto a su hijo...»
En la foto que ilustraba el artículo mi madre salía con la cara enrojecida y manchada de lágrimas, y mi padre la rodeaba con el brazo. Detrás de ellos, entre el gentío, estaba Chaerin, mirando hacia la cámara con preocupación.
Los artículos se repetían constantemente, casi todos decían lo mismo. Eché un vistazo a los titulares.«¡Aparece Ji Yong!»
«Kwon Ji Yong liberado del vagabundo del desierto.» «¿Es éste el rostro de un monstruo?»
Me entretuve un momento con ése. Era del periódico del día anterior y en el centro de la noticia había un dibujo de ti.Tenías la cabeza gacha y estabas sentado en el centro de la sala de un tribunal con las manos esposadas... No te habían dibujado los ojos chocolate. Hice una lectura diagonal: decían que se trataba de la vista preliminar y que no había durado más que unos minutos; durante todo ese tiempo, habías mantenido la cabeza gacha. Solamente habías pronunciado una palabra:
«Inocente.»
Al leerlo, miré a mi madre.
-Ya -dijo mi madre negando con la cabeza-. Debe de estar loco.
Eso no se sostiene en un juicio. La policía tiene testigos, imágenes en vídeo del aeropuerto y, por supuesto, te tiene a ti. ¿Cómo se le puede ocurrir negar la acusación? -Enfadada, volvió a sacudir la cabeza-. Eso prueba que está mal de la cabeza.-¿Qué más ha dicho?
-De momento, nada. Habrá que esperar al juicio, pero la policía cree que dirá que fuiste por propia voluntad; que querías ir con él.
De pronto se calló, preocupada por haber hablado demasiado. No sabía cómo reaccionaría yo, y por su mirada supe que ella aún no estaba segura de cuánto me habías afectado.Sonreí con agradecimiento, intentando tranquilizarla.
-Tienes razón, es una locura -concedí sin levantar apenas la voz.
Entonces mi madre se puso a recoger y ordenar los recortes antes de que me diese tiempo a leerlos.

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CARTAS A MI SECUESTRADOR (GTOP)
Fanfiction> ¡S O L O! -CARTAS A MI SECUESTRADOR- Un extraño de ojos marrones observa a Ji Yong desde la esquina de un café en el aeropuerto de Bangkok. El aún no lo sabe, pero Seung es un joven que lo ha seguido durante años y que piensa llevarlo a vivi...