Chapter Six

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capítulo seis . . .
AMELIA GRANGER

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Amelia se había quedado pensando en las palabras de Pansy.

Tampoco había día en que no pasara por su cabeza la imagen de Malfoy entre sus piernas, haciéndola correr con dureza entre sus palabras. Ella simplemente estaba embriagada por él, y lo peor era que sabía que eso, quizá no era nada en comparación con lo que podría pasar por su mente.

Las fantasías de Amelia eran violentas, ligadas a los extremos y niveles más altos que pudiera imaginar. Pero ella no conocía a Draco, y él se lo hizo entender.

Nunca imaginaría lo que pasaba por su cabeza.

Estar en el búnker no le ayudaba para nada. Su vida cotidiana cada vez se volvía más aburrida.

El lunes pasó la mayor parte del tiempo encerrada. Temía salir y encontrarse con Draco en los pasillos o en la sala, aún no se sentía lista para entablar una conversación con él.

El martes todo fue monótono. Harry, Ron y Hermione hicieron una pequeña reunión, en la cual se vio obligada a salir de su refugio, teniendo que admirar los rostros a su alrededor. Ellos sólo repitieron las mismas palabras de siempre, sus reglas sin sentido y su organización de tareas.

Para su suerte, Amelia sólo tuvo que ir en busca de suministros con Nathan, quien se preocupó de molestarla todo el camino hacia la tienda abandonada.

Ese día no pudo mirarlo, pero si sintió sus ojos sobre ella. Lo sabía porque el sólo hecho de que él la mirara, encendía una llama en su cuerpo imposible de apagar.

Ya para el jueves, Amelia estaba de vuelta en su escondite, y recién el Viernes tuvo las ganas de salir.

—¿En qué piensas?

La tierna y delgada voz de Luna evaporó sus pensamientos, haciéndola volver al triste día a día.

—Solo... cosas Luna.

Ella alzó sus cejas, sonriendo de lado a lado— ¿Malfoy y tú están siendo buenos amigos?

Amelia abrió los ojos como plato y volteó hacia Luna, quien seguía curvando sus labios con inocencia— Qué... qué quieres decir.

—Oh, los escuché la otra noche —respondió Luna, como si aquello no tuviera importancia—. Debe ser bueno en lo que hace.

—¡Luna! —ella miró a su alrededor, siendo cautelosa antes de hablar— ¿Lo dices en serio?

—No te culpo, cuando el placer es extenso no hay maneras de lograr cerrar la boca.

Amelia agachó su cabeza, sonriendo a la vez que reía por la rubia.

—Tengo la solución a tus problemas —dijo Pansy, apareciendo desde el pasillo contiguo.

—Qué -

Pansy tomó su mano, haciéndola parar del taburete para tirar de ella por las escaleras.

—¿Puedo acompañarlas? —preguntó Luna, alzando su rostro para verlas desde la cocina.

Pansy frenó, haciendo que Amelia chocara a sus espaldas. Con un pequeños análisis asintió— Bien Lovegood, sube.

La rubia se paró alegremente mientras seguía a Amelia y Pansy por las escaleras. Llegaron al pasillo y caminaron hasta el fondo, doblando hacia la izquierda donde se encontraba el cuarto de la azabache.

El búnker era grande y de hecho, sobraban habitaciones. Amelia nunca se había dado el tiempo de recorrerlo. Apenas salía a la cocina y a la sala, además de haber recorrido la biblioteca un par de veces.

SUBMISSIVE, 𝙙𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora