Reacciones Soft pt.2↪【BTS】

「 Hasta el final || Maknae Line 」

De antemano, gracias a las que dieron sus ideas para el de Koo, espero les guste. 🥺

Situación.-

Cuando tu esperanza de vida se recortó a un par de meses la persona que estuvo contigo para afrontarlo fue tu novio. Ambos tenían ese dolor en el alma, esa sensación horrible de que el tiempo ya no era suficiente, pero el tratamiento tampoco había funcionado.

—Quiero vivir mis últimos días como nunca lo he hecho —pediste unos días después, sabías que era tu última oportunidad y debías ser fuerte para no dejarle todo el peso a él. — ¿Qué dices?

Sonrió encantado con tu petición. Su corazón dolía, llevaba aquel nudo en la garganta pero aún así asintió con la cabeza. Encerrándote en un abrazo queriendo que la muerte nunca te separara de su lado.

JiMin.-

Siempre habías deseado -sin intención- que tu novio pasara todo su tiempo a tu lado. El típico deseo de una persona que ama a otra y le resulta odioso no estar en todo momento juntos ya sea por el trabajo, reuniones o la vida en general. No creíste que ese deseo fuera escuchado y concedido de una manera tan cruel.

— ¿Quieres algo más? Puedes pedirme lo que quieras sin problema —murmuró preocupado.

—Estoy bien, Minnie, tranquilo —agradeciste tomando la comida que te había llevado a la cama—. Sé que estoy enferma pero no soy inválida. Así que sigamos siendo la pareja que siempre hemos sido.

—Pero... Jagi, estoy muy preocupado, no quiero que nada malo te pase y-...

—Y sé que nada malo me pasará porque me vas a cuidar —propusiste con una sonrisa tranquila. — ¿Cierto?

Asintió con la cabeza, su rostro mostraba una sonrisa pero sus ojitos seguían con aquel sentimiento de tristeza. Porque tenía miedo, miedo a que algo malo pudiera pasarte, miedo a no poder retrasar tu muerte y que solo le quedara ver pasar el tiempo.

Continuando en contra de todo su plan de sobreprotector le pediste disfrutar de la vida saliendo de vez en cuando. Para JiMin era mucho mejor tenerte dentro de la casa, en completa seguridad y dónde pudiera constatar que nada te lastimaría o adelantaría el transcurso de tu enfermedad; pero salir significaba no poder preveer inimaginables sucesos que lo mantenían alerta, por ejemplo, cuidaba que nadie se te acercara mucho para no empujar tu cuerpo, o verificaba que usaras la ropa cubierta -que no estuvieras muy destapada si el día estaba nublado o que no llevaras calurosas sudaderas si el día estaba brillando-. Y lo entendías, realmente lo entendías, porque si tú pensabas en que JiMin fuera el enfermo también querrías protegerlo en una cajita de cristal.

Pero JiMin no era el que estaba enfermo. Y esos eran tus últimos meses de vida.

—Vayamos a cenar al restaurante de SeokJung —propusiste con una sonrisa—. Hace tiempo que no pedimos comida japonesa.