Un Amor sin titulo (Meliodasxtn) [CANCELADA]

Cap 10

Me encontraba en mi recamara guardando un par de cosas en la mochila. Planeaba marcharme de nuevo, Lion tenía razón no puedo arriesgarme a que les hagan daño por mi culpa. Así que, me las apañaré como pueda. Escuché como entraban a la habitación sin siquiera tocar la puerta.

Ban: ¿De veras te irás de nuevo? -Dijo cerrando la puerta detrás suyo apoyándose en esta con los brazos cruzados. Su mirada me reprochaba mis acciones.

-Si. No voy a esperar aquí a que os maten a todos. -Dije cerrando la mochila y poniéndome la capa, atándola con cuidado.

Ban: Tienes un amigo inmortal. ¿Porque no lo aprovechas? -Dijo Ban riendo, intentando quitarle peso al asunto. Yo sonreí levemente.- Pero ahora enserio Mei. Somos más fuertes de lo que parece. Podemos ayudarte, somos los 7 pecados capitales.

Me quedé parada ante eso. En verdad eran 8.. suspiré cerrando mis ojos y rascando mi sien sin saber que hacer. Esto era mucho para mi. Demasiado para una sola persona. Y de repente Ban salió disparado, dado que Meliodas abrió la puerta de golpe todo alterado, y me quedé viendo como todos intentaban pasar a través de la puerta al mismo tiempo.

M: ¡No permitiremos que te marches de nuevo, ya nos costó mucho encontrarte la última vez! -Dijo atascado en la entrada junto a los demás. Yo reí ante esa extraña situación.

-Chicos. ¿Sabéis quienes son los guerreros santos a caso? -Les pregunté alzando una ceja de forma insinuante. No saben a lo que se enfrentan. Ban alzó una mano sonriente.

Ban: Yo si lo sé.

-Porque te lo expliqué yo, idiota. -Dije suspirando.

King: ¡Yo también sé quienes son! Hay una leyenda que dice que son los mensajeros del más allá.-Dijo King flotando por la habitación con su almohada.

-Mensajeros mi trasero. -Dije escupiendo esas palabras con pleno asco. Odiaba a esos tipos, aunque me habían entrenado y educado personalmente.

Eli: ¿Pero eso que tiene que ver?-Preguntó ella desorientada. Era la única que no intentaba entrar a la fuerza. Al final la puerta no dio de si y entraron todos a la vez.

Diane: Yo tampoco se donde va todo este asunto. -Dijo ella dudosa mientras me miraba esperando una respuesta. Yo solo suspiré dejando la mochila a un lado.

Yuki: Yo os lo explico. -Dijo pasando y poniéndose a mi lado, yo la miré dejándole paso.- Tenéis ante vuestros ojos la heredera del limbo, el más allá y el paraíso. La estúpida se escapó hace cientos de años porqué no quiere heredar ni la mísera vajilla. Lleva escapando tanto tiempo que sus padres ya no saben que hacer, así que mandarán a los mejores guerreros de todos los tiempos, que murieron en sus tiempos y renacieron en el infierno o en el paraíso. Fin.

Yo me la quedé mirando con cara de pocos amigos.

-Sobraban unas cuantas cosas. -Dije suspirando mientras negaba lentamente.

Yuki: Oh y la única manera de derrotarlos es llamar a sus hermanos. -Terminó de hablar y se sentó en la cama. Yo le volví a mirar con ganas de matarla.

Gowther: ¿Y donde están tus hermanos? -Preguntó tan calmado como siempre.

-No lo sé. Y no hay forma de saberlo. -Dije mirando a todos. Si creían que podían ayudarme, iban mal.

Yuki: Si la hay. ¿No recuerdas el conjuro de localización? -Preguntó la albina mirándome. Yo la miré de la misma manera, negando.

-Es muy arriesgado. -Dije mirándola dando a entender que era una mala idea.

King: ¿De que conjuro habláis? -Preguntó con notable curiosidad.

-Hay un conjuro que me permite comunicarme con todos mis hermanos a la vez, teletransportándolos a mi durante un corto tiempo. Pero se necesita mucho espacio, y atraerá una cantidad alta de demonios, y puede que más. Mi localización será clara para todo ser de otro mundo, durante un periodo. Estaremos todos expuestos. -Dije mirándolos seriamente.

M: En ese caso lo haremos. Nosotros nos ocuparemos de protegerte mientras haces el conjuro. ¿Cuando lo haremos? -Preguntó mientras miraba a los demás.

-Tiene que ser a hora punta, cuando esté saliendo el sol, o cuando se esté escondiendo. -Dije mirándolos y luego viendo a la ventana. Justamente estaba por hacerse de noche.

Ban: Vamos a hacerlo ahora. -Dijo mientras todos salían de la habitación sin esperar a que diese mi veredicto diciendo que si o que no. Solo suspiré mientras los seguía, al igual que Kuma me seguía a mi.

Una vez ya estábamos fuera, en una especie de llano, lejos de mamá Hawk para que no fuese dañada, me paré delante de todos.

-Hay tres reglas MUY importantes, que tenéis que seguir al pie de la letra.-Dije mirando a todos seriamente.

Ban: ¿Que tenemos?¿5 años? -Dijo bufando y mirando hacia otro lado. Ignoré lo que dijo y les miré.

-Por nada del mundo, tenéis que mirar hacia mi. Nunca, por nada del mundo.-Dije más seria aún que antes.

M: ¿Porqué?-Preguntó seriamente.

-Si no quieres quedarte sin ojos, simplemente no lo hagas. -Dije mirándole.- Tenéis que impedir que los demonios se acerquen a mi. Y por último, no debéis pisar el circulo rojo.

Diane: ¿Que circulo rojo? -Preguntó curiosa.

Suspiré y transformé a Kuma en la forma inicial, empezando a dibujar un circulo a mi alrededor, y una vez estaba hecho empecé a dibujar una especie de estrella satánica dentro de este circulo. Me levanté quedando en medio de la estrella y les miré.

-No podéis pasar de esa línea. -Dije señalando el circulo principal. Todos asintieron y sin hacer falta que lo dijera, se colocaron en sus respectivos lugares, cubriendo el círculo.- NO miréis. Recordarlo.

Ban: Sisi, date prisa. -Dijo mientras se ponía en posición de ataque al igual que los demás.

-Como odio esto.-Susurré para mi misma mientras hacia un corte profundo en la palma de mi mano sin siquiera inmutarme, dejando caer toda la sangre en el centro de la estrella.

Rápidamente se extendió por cada línea y curva que conformaba el círculo y la estrella, y empezó a brillar, demasiado. Me quedé parada en el centro, cerré los ojos, alcé una mano haciendo el signo del diablo, y puse la otra mano a la altura de mi pecho, haciendo el signo de rezar.

Al brazo que estaba alzado, le salieron unas marcas negras con un brillo rojo espeluznante. En cambio al otro brazo, le salieron unas marcas blancas con un brillo cálido, pero rojo al igual. Empecé a pronunciar una cantidad de palabras en un idioma desconocido, y de repente se alzó un brillo escarlata hacia el cielo.

M: Ya vienen.