en cuestión de minutos, beomgyu perdió todo: su familia y su memoria. se sentía como en vacío oscuro sin ningún rayo de luz, después de haber perdido a su madre, ¿acaso había alguna otra motivación para vivir?
pues sí, y esa nueva motivación se llam...
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beomgyu pagó el boleto de autobús y busco un asiento apartado de todos, yendo a la esquina de atrás. no le gustaba ir en autobús ni en ningún otro transporte desde su accidente, tenía una especie de trauma por eso y era verdad, aunque él no lo quisiera aceptar.
en un principio, pensaba que si él estaba en el transporte, este se volcará tal cual como el auto de su hermano pero después de tiempo, empezó a ver todo desde otra perspectiva, si el autobús tuviera un accidente, sería de una gran ayuda para morir.
el beomgyu había sido diagnosticado con el síndrome del superviviente: sentir culpa o remordimiento por haber el único, como dice su nombre, superviviente. sin embargo, este síndrome había escalado junto con una depresión y pensamientos de muerte.
beomgyu sabía que estaba mal, pero no quería ayuda de nadie. no la aceptaba.
el castaño vio por la ventana como estaban a punto de llegar al pueblo. beomgyu había decidido ir a la dirección que el papelito de la directora le había dado, en busca de más respuestas. él pensó antes de salir de casa que era una estupidez ir a un pueblo rústico a las fieras de Seúl solo para buscar a alguien que ni siquiera recuerda, pero cuando menos se dio cuenta, ya estaba sentado en la parada de autobuses. no había vuelta atrás.
el autobús frenó en la siguiente parada, beomgyu bajó del transporte junto a algunas personas, entre ellas un señora de mayor edad tomando la mano de una niña pequeña que sonreía en cada saltito que daba. por más simple que pareciera, esa escena removió algo dentro de beomgyu, no sabía qué pero tal vez había sido la nostalgia contra su dolor.
él también daba saltitos cuando tomaba la mano de su madre, e incluso ella le ayudaba a saltar más alto. involuntariamente, beomgyu sonrió cansado, podría jurar que había hecho una mueca.
