El Misterioso Visitante. (Cherik - Wolvesilver)

XXXII

Como Peter estaba prácticamente unido a Logan Laura corrió directo hacia los dos pero se arrojó en los brazos de su padre.

─ ¡Papá! ¡Peter! ─ exclamó entre risas y llanto ─. ¡Están bien! ¡Tú, Peter, estás bien! Venciste a todos y trajiste a Peter de regreso, papá. ¡Eres mi héroe!

─Vencimos entre todos ─ respondió Logan con falsa modestia, y el orgullo por la alta estima que tenía su hija de él se le escapaba por los poros. Se las ingenió para alzar y cargar a la niña en un brazo mientras seguía sosteniendo a su mocoso con el otro ─. Volvimos sanos y salvos como te lo prometí, lobita. También rescatamos a Sean pero él regresó con su madre.

En brazos de su padre, Laura se estiró para abrazar y besar a Peter. Rio más y saludó con la cabeza a Erik y a Warren. Iba a mencionar a los cuatro vientos a David pero se contuvo. Sabía que no era a ella a quien le correspondía dar la noticia.

Después de servir el coñac, Hank dejó a Sharon y Worthington entretenidos con los naipes, y salió con su vaso a respirar aire afuera. Estaba ansioso y pensó que un poco de luz diurna y el paisaje natural lo relajarían. En el pórtico bebió un sorbo del licor caliente y al mirar de pasada hacia el bosque, se encontró con los recién llegados surgiendo de la bruma. Laura reía sonoramente en brazos de su padre. El médico se acomodó las gafas y entró corriendo a avisar a Sharon. La dama salió rápido, seguida de Worthington. Al verlos, Erik sintió que el corazón se le subía a la boca porque Charles no estaba con ellos.

El joven Warren abrazó a su padre y este sintió lo tenso que estaba. Preocupado lo separó para observarlo. El muchacho tenía los ojos vidriosos, sin altanería, solo dolor. Worthington lo interrogó con la mirada. Su hijo no le dijo nada y lo abrazó con más fuerza.

Logan y Peter también se dieron cuenta de que Charles no estaba. Hank se les acercó y les extendió la mano. La única que seguía sonriendo era Laura, ahora con complicidad porque entendía que el momento de dar la noticia de David había llegado.

Sharon alzó los pliegos de su vestido para bajar los escalones y sonrió aliviada al verlos a todos, especialmente a Peter, enseguida preguntó por Sean, y Logan volvió a aclarar que se habían separado de él en Genosha. Más tranquila, la dama abrazó a Erik. El mutante no se esperaba un recibimiento tan cálido de su estricta suegra y esto sumado a la ausencia de su amante lo angustió más. Sharon notó su inquietud y le susurró al oído:

─Sube a ver a Charles, que te aguarda con una sorpresa.

─ ¿Qué pasó? ─ preguntó Erik, carcomido por la ansiedad.

Laura ya no pudo seguir reteniendo la noticia:

─ ¡David nació ayer y está con Gwen mientras Charles descansa! ─ soltó risitas y se cubrió la boca.

Logan y Peter quedaron pasmados. Erik apartó con cuidado a su suegra y corrió hacia la casa. Le faltaron pies porque prácticamente voló por los peldaños de la escalera bifurcada. Atravesó el pasillo como saeta, la antecámara y llegó a la alcoba. Charles reconoció sus pasos aun dormido y se sacudió ligeramente sin despertarse del todo. Sentía la presencia de su amante como parte del sueño plácido que estaba teniendo. Erik se detuvo al cerrar la puerta a sus espaldas y buscó con la mirada la cuna que se encontraba junto al lecho, pero estaba vacía. Recordó que Laura había mencionado que Gwen estaba atendiendo al bebé y quiso salir a buscarlos. Justo Charles entreabrió los ojos, lo reconoció y le sonrió. Percibió en su mente el éxito de la misión y que habían regresado sanos y salvos. Erik se sentó en un extremo de la cama y lo tomó de la mano. El Duque estaba acostado boca arriba y su amante notó que tenía el vientre menos abultado que cuando lo despidió.