La noticia de que Carlos y yo habíamos roto fue lo más comentado del día. Notaba como la gente me miraba, algunos con pena, otros sonreían. Incluso llegué a oír varios: «Se veía venir...» «Ahora está libre» «Eso por zorrear tanto». Me senté sola en el almuerzo, no quería evitar a mis amigos pero tampoco quería darles explicaciones. Visualicé a Carlos junto a Riley en una mesa y con Dylan frente a ellos. En otra mesa, estaban mis amigos, no había hablado mucho con ellos desde Semana Santa pero seguramente estarían al tanto de que le puse los cuernos a Carlos. Me paso por delante de la camarera y escojo una bolsa de patatas. La abro y mastico con fuerza, me importa lo que se dice poco lo que piensen de mí los demás.
-Hola, Selene, ¿cómo estás? -me pregunta Alba sentándose a mi lado.
-Bastante bien -digo rápidamente, quiero que se vaya.
-Puedes mentir a todo el mundo pero yo a ti te he pillado. Mira, si estás mal, díselo a Carlos.
-¿Decirle qué? -le pregunté dejando de comer.
- Mira que eres tonta, chica. Se nota que aún te gusta un poco y...
-Bobadas - la corté-. Tiene novia, ¿no la ves? -señalé con la cabeza.
-Lo veo, y ha sido muy rápido. Siempre lo es y será.
-¿Qué quieres decir?
-Cuando rompió conmigo en seguida empezó a salir contigo, ¿no te acuerdas? Te dije que todo esto sucedería, muchos «Te quiero», besos y sobretodo, palabras. Es incapaz de querer a alguien, a penas llega a los tres meses con alguien. Es demasiado mujeriego incluso para sí mismo. Pero no se le puede cambiar, por suerte para mí, gracias a él, mi mejor amigo y yo ahora somos novios, se llama Agustín y es lo mejor que me ha podido pasar en la vida -sonrió.
-Me alegro por ti, pero te equivocas, estoy bien.
-Vale, lo que tú digas, te dejo. Y otra cosa, que sepas que el chaval ese que lleva observándote diez minutos está buenísimo.
¿A quién se refería? Me giré y vi a Dylan con una sonrisa en la boca. Sin duda, me estaba mirando. Y, sin duda otra vez, el jodido estaba buenísmo. Rectifico: Buenísimo no, lo siguiente.
•••
Caminé terminándome la bolsa de patatas. Estaban asquerosamente buenas. Vacié su último contenido y la tiré en una papelera. Sí, ahí donde me ves, cuido del planeta.
-Eh, Sel, tenemos que hablar. Ahora -era la voz de Dylan, que estaba junto al baño de chicos.
-¿Qué? Ni hablar, tú y yo no tenemos que hablar de nada. No te conozco ni tú a mí. Punto final. Nos liamos una vez y solo una, nunca más. Además, acabo de romper con Carlos y...
-Eres demasiado monja. Acéptalo, él ha pasado página. Haz lo mismo.
Lo volví a mirar a los ojos como suplicando y alzó mi barbilla. Eliminó el espacio entre nuestras bocas y mientras él abría la puerta del baño de chicos y la cerraba tras nosotros, yo revolvía su pelo. Su boca se movía lenta sobre la mía, y mordí suavemente su labio inferior porovocando por su parte un leve gruñido.
-Joder, no sabes cuanto necisitaba esto -dijo antes de morder suavemente mi clávicula y yo gemí.
-No puedes terminar una discusión así -dije con los ojos cerrados esperando a lo que Dylan fuese a hacer.
-No ha parecido importarte en cuanto te he besado -sumergió su cabeza en mi cuello dándome pequeños y suaves besos-. Te he echado jodidamente de menos cuando te has ido esta mañana.
-No ha parecido importarte porque enseguida te has echado a dormir -repuse intentando no parecer muy seria.
-Touché.

ESTÁS LEYENDO
Te quiero para siempre ➳ Carlos Auryn {#1} ✔
FanfictionUn gran cambio. ¿Qué pasaría sí tus padres te mandan a un internado con tu mejor amigo? ¡Pues un montón de cosas! Eso es lo que le pasa a Selene Méndez, una chica de casi dieciocho años que va allí con su mejor amigo, Dani. Lo que no se esperaba es...