Anton tiene una misión, acabar con todos los rebeldes que escaparon de la última gran guerra contra su jefe. Los últimos siete han sido localizados, son los más peligrosos y los que tienen más valor. Debe llegar a cazarlos sin ser visto, sin ser descubierto y, sin hacer preguntas. Lamentablemente, Anton tiene conciencia y tras una serie de incidentes empezará a cuestionarse si está en el lado bando correcto. Bell, por su parte, vive en un pequeño pueblecito, ajena a esta guerra secreta de siglos, pero un pequeño detalle le hará coincidir con Anton y verse mezclada en todos los incidentes.