Capitulo 1

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CAPITULO 1

Pasaron los años, y conforme Caitlyn fue creciendo las diferencias entre su madre y ella aumentaron, cada vez era más  caprichosa, consentida y presuntuosa. Es verdad que pronto se dio cuenta que contra las imposiciones de su madre y el sentido del decoro de su hermana no iba a poder, pero también se dio cuenta de que su padre, su tía y sobre todo su hermano le solapaban todos los caprichos y las travesuras, incluso sus nana la Sra. Olsen, quien siempre trataba se corregir su mal carácter.

Lizzy estaba por cumplir 17 años, y Caitlyn se moría por asistir a la presentación de su hermana, pero su madre se lo impidió.

-Caitlyn por dios, tu aun no puedes asistir a un baile, tienes 14 años

-Pronto cumpliré 15 años, madre

-Aun así, espera un poco 2 años se pasan volando, y cuando llegue el turno de tu presentación será maravilloso – trato de convencerla

-Pero madre yo no quiere esperar… - no pudo continua su madre la interrumpió

-He dicho que no y es NO! Y sé que en esta ocasión tu padre estará de acuerdo conmigo así que ahórrate el ir a tratar de convencerle.

Su madre la conocía bastante bien, pero se las ingeniaría de alguna u otra manera para estar en ese baile…pensó

-Si madre… - con la cabeza agachada se fue a su cuarto.

Ser presentada ante la sociedad de Londres, era una idea que a Elizabeth no le agradaba en lo absoluto, en ocasiones sentía envidia de Kate que siendo más pequeña tenía carácter, en una ocasión se lo confesó a su madre, quien le dijo que la actitud de ella era la correcta, que las damas de sociedad debían ser obedientes con sus padres y con sus maridos, saber cuándo cerrar la boca y siempre estar elegantes, ser educadas y ante todo muy decorosas.

Días antes de la partida a Londres, llego a la finca un hermoso corcel pura sangre de raza española, de capa y crines negras, con paso elegante, Caitlyn le vio y quedo enamorada del animal, su padre que estaba a su lado se regocijo de ver la sonrisa de su hija.

-¿Te gusta? – pregunto como queriendo hacer platica

-Es hermosos padre – la chica estaba realmente embelesada, el animal era brioso pero muy bonito y tenia vida – ¿cómo se llama?

-Altanero, ¿te gusta? – pregunto nuevamente con una gran sonrisa

-Claro que sí, me ha enca… - no terminaba la frase cuando su padre la interrumpió

-Pues es tuyo… y espero la reacción

-¿De verdad? – no se lo podía creer, el caballo era verdaderamente hermoso, cuando montaba solía hacerlo sobre  Paloma, una yegua blanca también era bonita, pero este animal realmente la superaba, incluso al de Andy, así que claro que estaba maravillada con el regalo – Gracias – grito y se abrazo a su padre.

Caitlyn era así, muy temperamental, estaba feliz y abrazaba a todo el mundo la sonrisa nunca se le iba del rostro y cuando estaba molesta no se le podía ni hablar porque era seguro que terminaría discutiendo.

El regalo de Joseph provoco que nuevamente madre e hija discutieran, Kate se encontraba en su habitación, el cuarto era completamente blanco, el color estaba en todo, en las paredes, las cortinas, el  dosel y el juego de cama, incluso los muebles; ese tono liberaba la sensación de desespero de Caitlyn, le gustaba vestirse incluso de blanco porque se sentía libre y olvidaba las opresiones de su madre por que se comportara como su hermana, la habitación hubiera parecido fría pero leves toques de color la hacían acogedora y sumamente elegante, como los mullidos cojines, los lazos con que se hallaban atadas las cortinas y el dosel de la cama,  incluso la alfombra eran de un tono purpura que la hacía sentirse independiente y que a la vez daba un toque femenino y divertido. Estaba recostada cuando entro Elizabeth.

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