Capitulo 20 :)

463K 13K 1.7K
                                    

(Texto original del libro en Físico)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Texto original del libro en Físico)


Suave, rico y con un aroma espectacular.

Eso es lo que siento en estos momentos cuando algo se posa en cada parte de mi cara. Húmedo de una manera... deliciosa.

Pequeños pinchacitos de algo que no puedo descifrar se esparcen por todo mi cuerpo internamente sin que yo me diera cuenta. Una electricidad emocionante y muy electrizante me rodea a la vez que esa cosa se posa de nuevo y hace contacto con mi piel. Intento abrir mis ojos, sin resultado positivo, y caigo de nuevo en ese mar de sueño con ese algo aún a mi alrededor, sintiendo cada parte de mi cara.

Para mi suerte, no se detiene, sino que sigue su recorrido por mi cuello y mis hombros, y hasta allí se queda antes de regresar a mi cara y hacer ese camino una y otra vez hasta que ya estoy más que despierta.

Sonrío al no poder evitar reconocer ese olor y abro un ojo, encontrándome con unos zafiros que tanto cautivan a los míos. Su sonrisa se encuentra a centímetros de la mía, su nariz toca la mía y sus manos se encuentran con las mías a mis costados. Sí, todo mío.

Sin dudarlo un momento, avanza con esos hermosos y apetitosos labios, rozando los míos solo para molestarme, sabiendo que anhelo tocarlos, probarlos...

Joder. No hay palabras para describirlos.

Lo fulmino con la mirada y Damon ríe al notar mi frustración. Me da un fugaz y corto pico antes de levantarse de un salto y sacar de mi cuerpo las sábanas y frazadas, para luego tomarme de la mano y llevarme a mi armario.

—Prepárate, Nat. Nos iremos dentro de poco y tienes que cenar —dice, logrando que un suspiro salga de mí. Tengo hambre. Tanta que hasta mi estómago ruge cuando escucha esa palabra salir de su boca.

Echo a Damon de mi habitación y me cambio a la velocidad de la luz.

Es lindo y tierno despertar con aquellos labios húmedos y deliciosos, con un sabor tan único que dan ganas de guardártelo en un frasquito y quedártelo para siempre. Su olor corporal tampoco se compara con ningún otro. Cualquier hombre puede usar perfumes muy ricos, caros y buenos, pero nada es como el olor a Damon. No se puede definir su contenido, es una fórmula secreta que dudo que algún día pudiese ser revelada.

Me visto con algo cómodo; una remera negra de Tyler, unas calzas del mismo color y mis Vans grises. Me ato el pelo en una desordenada y despeinada cola de caballo y bajo las escaleras hacia la cocina con mi campera de cuero en mi brazo.

Las voces de mis hermanos y Damon se escuchan mientras bajo los últimos escalones y me detengo antes de cruzar el umbral que da a la cocina. Me quedo escuchando.

—... Qué bueno que se haya decidido a trabajar, pero no me importa si no lo hace. Quiero verla disfrutar todo lo que pueda, y siempre pensé que un trabajo lo complicaría un poco, pero si ella quiere hacer eso, pues que lo haga —escucho a Ty decir con una voz tan cariñosa—. Pero cuídala, Damon. No quiero que nadie le haga daño.

Él es mi boxeador © {Saga Damon #1} DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora