Noche de pasión

Fic para el reto de las mazmorras One-Shots para el dia internacional del Snarry

Me encuentro estático, sin poder creer lo que mis ojos están viendo. No puedo apartar la mirada de aquellas largas piernas enfundadas en medias de red que terminan a la altura de los muslos, esa mujer encantadoramente bella y cautivante pero que al mismo tiempo me perturba hasta lo más profundo.

Se encuentra sentada en un amplio sillón ornamentado, verde y plateado. Los colores de slytherin pensé inmediatamente. Dos hombres que se pueden describir como encantadoramente sexys y calientes están sentados a su lado, uno a cada costado, el que se encuentra a su derecha besa y lame su cuello provocativamente y quien está a su izquierda no deja de mirarme con intensidad.

Ante la mirada fija del otro, aparto mi vista de la intoxicante mujer de pelo negro y miro al hombre a su lado. Mi boca se seca y estoy seguro que la sorpresa ha quedado patente en mi rostro ¿Cómo es posible que Severus Snape, mi antiguo profesor de pociones y con quien he fantaseado en todos mis años de colegio se encuentre en un lugar como este? ¿En un prostíbulo precisamente?

Y lo que resulta aún más perturbador (o tal vez no — pensé volviendo a ver a aquella mujer  sentada a su lado—)  es que ella sea exactamente igual a él pero en versión femenina. Definitivamente tiene que ser su hermana gemela, consideré con ahínco. Si él no estuviera sentado a su lado, seguro que hubiera pensado que esa mujer es Snape travestido.

Sacudí mi cabeza ligeramente, intentando librarme de aquel estado casi hipnótico en que me he sumido. Me fuerzo a seguir avanzando y no salir corriendo de allí como un niño pequeño, después de todo ya soy mayor, tengo veinte años y Snape ya no puede quitarme puntos como antaño, menos aún si pienso en la posición en que lo encuentro hoy.

A mi alrededor la música suena con estridencia, varias parejas bailan restregándose unos a otros en el centro de una pista de baile, otros se encuentran en una barra tomando unos tragos y también se puede ver a unos cuantos desaparecer por unas empinadas escaleras, seguramente buscando la privacidad suficiente como para echar un buen polvo.

Me dirijo hacia la barra, que convenientemente está muy cerca de ese sillón del que no puedo forzarme a apartar la mirada. Pido un whisky de fuego y dejo que mis ojos vaguen por el lugar, dándome ocasión a digerir la enorme sorpresa de encontrarle justamente a él en un sitio así y cavilando si lo mejor es hacerle caso a mi pene que no deja de tirar dentro de mi ropa interior, clamándome que deje de pensar y disfrute de poder tener a Snape en bandeja, o si por otra parte debo hacerle caso a mi cerebro y largarme lo más rápidamente que pueda de allí, antes que Snape termine matándome por descubrir algo que indudablemente no querría que yo hubiera descubierto.

Antes de que llegara a alguna conclusión percibo cómo esa mujer que me tiene tan embobado al igual que su hermano (a quien deliberadamente he dejado de mirar por muy difícil que me resulte) se levanta del sillón y comienza a caminar en mi dirección. Tengo el impulso de huir, pero cuando puedo recuperar la suficiente cordura como para ordenarle a mis músculos que reaccionen, me doy cuenta que ya es demasiado tarde.

— Buenas noches señor Potter — dijo en cuanto estuvo a mi lado en el mismo tono penetrante que el ex profesor de pociones había usado años atrás con sus alumnos y que me había estremecido hasta los huesos más de una vez.

— Bue... Buenas noches —tartamudeé de regreso sin inmutarme porque me reconociera, ya que con el tiempo me he acostumbrado a no pasar desapercibido en el mundo mágico.

— No esperaba tener el placer de contar con su presencia en mi club —declaró con un tono que sólo podría describirse como travieso al mismo tiempo que se inclinaba un poco hacia mí, permitiéndome ver sus exuberantes pechos. Me puse nervioso al instante debido a su manera de hablar y de moverse; por lo visto ella es la dueña del club, lo que me deja preguntándome si su hermano es un prostituto o ambos son socios.