Capítulo 20 Nunca te dejé sola

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-No -se alejó un poco- no puedo besarte ahora que sé que eres mi hermana.

-Te quiero...

-Y yo a ti.

Dicho esto nos abrazamos, él con sus brazos por arriba de los míos. Encajábamos perfectamente ya que yo era más baja de estatura que él.

Sabía que él llego a quererme más de la cuenta y la noticia de que somos hermanos le va a afectar, o al menos en ese momento lo creía. Estaba frustrado, pero por más que el quisiera ya no podía verme de otra manera.

-al parecer Adeleine no quiere que te visite con tanta frecuencia; también lamenta haberte agredido, ella pensaba que lo sabias.

Posiblemente, pero, ¿a quién le agrada la hija de una mujer que le arrebató a su mejor amigo? No podía culparla, ella también había sufrido las decepciones de un hombre.

Era lunes por la mañana, estaba corriendo como loca buscando mis cosas para el instituto. Me había levantando tarde (culpa de esos " 5 minutos"). Era demasiado tarde para tomar el autobús, el próximo pasaba en 20 minutos y yo ya no tenía ese tiempo. Me arrepentí por no aceptar que Connor me llevara ya que su universidad a la que él asistía quedaba cerca a la mía. No quería llegar tarde (o no llegar) a mi primer día de universidad. Dicidi correr por la carretera rogando que encontrara un taxi o algo así, al abrir la puerta, como si fuera de costumbre, Liam estaba tan sereno recargado en el pórtico.

-No sé por qué pero sabía que se te iba a ser tarde. ¿Quieres qué te lleve?

-Tomare un taxi, gracias. -camine hasta la entrada del jardín y pase junto a su carro sin detenerme.

-No encontrarás jamás un taxi por aquí -gritó- Estamos en medio de un bosque.

Paré en seco y bufe. Por más que odiara admitirlo, Liam tenía razón. Regresé a su carro y entré al asiento del copiloto.

En el camino me limité a ver ir la ventana. Al llegar a los estacionamientos subterráneos, me pide dar cuenta que no estaban muy concurridos, sólo faltaban 10 minutos para que iniciarán las clases, claro que nadie iba a estar en el estacionamiento. Liam se quedó mirando hacia la nada.

-¿puedes quitar el seguro? Ya es demasiado tarde.

Se volteó con rapidez y de manera directa me preguntó: -¿qué fue lo que hice?

-¿es enserio? Tenemos qué entrar a clases, ahora no es momento de hablar de eso.

-Ahora es el momento. Todo estaba bien entre nosotros ¿qué fue lo que ocurrió?

-sólo olvídalo... Ya no importa.

Él sabía perfectamente lo que hizo, no quería volverme a acordar de como Claire me restregó en la cara que Liam Oslo estaba jugando conmigo.

Se quitó su cinturón de seguridad y se fue acercando a mi lentamente. -Sí quieres que me detenga sólo dilo...

Cada segundo estaba más cerca de poder sentir esos labios cálidos y suaves de nuevo, mi estómago se encogía y mis piernas temblaban. Quería besarlo, quería olvidar todo y empezar de nuevo. ¿Podía perdonar todavía?

Sus labios se posaron junto a los míos, sin movimiento ni nada, sólo se posaron. Necesitaba una respuesta de mi. Le correspondí el beso, uno largo y delicado beso. Lo abracé y el beso tomó más profundidad. Me separe un poco y susurré: -No me dejes sola en este mar de tristezas.

-Nunca te dejé sola.

Las clases pasaron más rápidas de lo que pensaba. No conocí a nadie hasta después de unos días, su nombre era Shazia, sus padres era de Paquistán pero ella había nacido y vivido toda su vida en Beeston, cerca de Nottingham, ella, a pesar de eso era más extrovertida que yo, mucho más, pero pensaba que la sociedad era una mierda y era hasta en la entrañas defensora de las personas que sufrían acoso. Pensó que era interesante y que se le hacía la persona más agradable de todo el instituto. Y aunque sólo teníamos 7 clases juntas en la semana, nos podíamos ver entre el cambio de clases y en el almuerzo.

Ese primer día fue bastante incómodo en la hora la hora del almuerzo. Al entrar a la cafetería pude divisar Claire con su séquito, todas viéndome desde el otro lado de la habitación queriendo me asesinar con la mirada. Ignoré eso y tome una bandeja para la comida y después fui a sentarme a una mesa desocupado a excepción de un chico con la cabeza rubia baja. Me senté sí ánimos de comer. La gente me incomodaba.

-¿por qué tan sola? -se sentó Liam junto a mi.

-digamos que no soy buena socializando y tú lo sabes. ¿Por qué no estás con tu novia?

Frunció el ceño -No es mi novia, pensé que ya lo sabias.

Su respuesta me dejó demasiado confusa pero no quería arruinar todo de nuevo. Lo dejé pasar.

-¿y tus amigos?

-están seguramente en lo sanitarios y la bodega de limpieza o en alguna otra parte privada de las instalaciones recuperando el tiempo perdido con sus parejas y si no seguramente encontraron a alguien de camino.

-La calentura de los jóvenes hoy en día.

Al toque del timbre todos fueron a sus clases. En los pasillos inundados de gente sentí que alguien tocó mi hombro, era un chico rubio, posiblemente el que estaba en la mesa de la cafetería, tenía un poco de barba y sus ojos era color miel.

Me extendió una botella de agua -lo olvidaste, la dejaste nueva por lo que creí que todavía la ibas a ocupar.

La agarré y la agradecí.

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Gracias por los votos que van en aumento, no dejen de votar. La primera temporada está a punto de terminar, por lo que están más cerca de saber lo que le paso a rayita.

PD: el lunes ya entré de nuevo al colegio por lo que se me complicó cubrir el capítulo durante la semana. Organizaré mejor mi tiempo y ya tendrán capítulos más seguido.

GRACIAS POR SU APOYO

Tristeza teñida de rojo |Liam & ___(TN)|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora