Cursed Destiny: Los Siete Pecados Capitales. ©

Capítulo 1: Donde inicio todo.

Antes de que siquiera se definiese el tiempo. Nacieron del polvo estelar dos seres. Uno representaba el orden y otro el caos. Estos seres hicieron de la tierra su reino. El orden tuvo once hijos, mientras el caos tuvo siete. Estos nuevos seres se encargarían de llevar el equilibrio entre el orden y el caos en la tierra. Sin embargo, en el año cero de la Nueva Era. Hubo un conflicto, por la muerte de uno de los hijos del orden. Esto desencadeno una guerra entre los hijos del caos. Quienes se echaban la culpa entre ellos, haciendo que se separen y decidieran seguir haciendo sus deberes por separado. Con el tiempo, estos se reproducirían con los seres humanos, creando así, sus propias estirpes y creando sus clanes, los cuales siguen con la lucha interminable por saber quién fue el responsable de la muerte de uno de los hijos del orden. Estos clanes son conocidos como:

Los sietePecados Capitales.

30 de octubre de 1989. Aosta - Italia.

Una noche lluviosa, en medio de un poblado, se apreciaba un edificio grande con luces notoriamente tenues. Había un letrero grande que decía: Orfanotrofio di Ave Maria. Entonces, mientras un rayo adornaba la escena, una carreta entro apresuradamente por las puertas de las rejas. Debido al escándalo, alguien abrió la puerta del edificio. Fue una monja, de ojos verdes, la cual estaba acompañada de un niño de alrededor de 13 años de cabello gris y ojos de un color dorado. El chico traía un uniforme de camisa blanca y un pantalón de vestir y zapatos negros. Tenía un extraño cinturón afelpado.

-¿Que está pasando aquí?- Pregunto la Monja algo alterada.

-¡Monja Jianna!- Grito un hombre con pintas de campesino.

-¡Este chico!- Dijo mientras agarraba por el brazo a un chico de cabello y ojos rojos el cual presentaba signos de abuso físico.

-¡Dios santo! ¿Qué le ocurrió?- Expreso la Monja con preocupación.

- Él fue expulsado de su familia! Estoy seguro que es por su estado. Seguro esta poseído por el demonio. – Dijo el campesino sin importarle que lo escuchen los niños.

El hombre dejo al niño, casi que tirándolo hacia la monja, la cual se agacho para atraparlo, se podía ver una cara con algo de desprecio en el chico de pelo gris hacia el campesino. Este último volvería a la carreta y haría mover a los caballos para irse del lugar lo más rápido que pudo. La monja miraría al niño pelirrojo.

-Descuida mi niño. Nosotros cuidaremos de ti... - Le dijo la monja al chico con cariño en su tono. – Volk.-

-¿Hmm?- El chico de ojos dorados miro a la monja al ser llamado.

- Lo llevaremos a tu cuarto, el será tu nuevo compañero. – Dijo la monja para luego llevar al muchacho a dentro del orfanatorio.

Pasarían varias horas, afuera de una ventana se podría ver que la lluvia había amainado. El chico pelirrojo se encontraba en una cama, con sus heridas vendadas. Este iría despertando poco a poco. Lo primero que este vería seria unos puntos dorados, al abrir los ojos por completo vería la cara de Volk.

-¡Ahh!- Exclamo el pelirrojo.

- Ya despertaste.- Dijo Volk sin alguna emoción.

El pelirrojo se le quedo viendo. Pues él era una persona de apariencia extraña en comparación con otras que él había visto.

-¿Qué? ¿Tengo muecas en la cara? – Pregunto el chico de pelo gris.

El chico del pelo color sangre siguió callado. Parecía que no iba hablar. Sin respuesta de parte de su nuevo compañero, Volk se dispuso a salir de su cuarto. El pelirrojo simplemente se quedó viendo. Pasarían varios minutos en las que el chico de cabello rojo se quedó en silencio mirando la puerta hasta que alguien la abrió.