Epílogo

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Epílogo

León y Gia terminaron después de tres años de relación, ambos estuvieron de acuerdo ya que querían seguir sus propios caminos, creyeron que separarse los ayudaría, que les facilitaría mejor en la toma de sus decisiones. Terminaron bien, con la intención de seguir siendo amigos.

4 días después volvieron.

No pudieron estar separados ni siquiera una semana completa, eso les bastó para saber que su amor era muy fuerte y esas cosas que se dicen todo el tiempo. Al mes después de su “rompimiento” se comprometieron y otros tres meses después se casaron.

Suspiré volteando la página para seguir viendo las fotos pero un grito en mi oído me hizo lanzar el álbum por los aires. Ups, mamá me mataría.

—¡Mamá! Ethan tiró tu álbum de bodas —gritó Camille acusándome como siempre lo hacía, apuesto a que había gritado en mi oído a propósito sólo para tener un motivo para acusarme.

—Levántalo, Ethan —dijo mamá desde la cocina, ni siquiera se asomó.

Me levanté del sillón y tomé el álbum en mis manos, lo volví a hojear para llegar en la parte donde me había quedado. En la foto estaban mamá y papá sosteniéndome en sus brazos con unas grandes sonrisas, claro en ese momento les era sencillo cargarme ya que tenía sólo cuatro años pero ahora ni siquiera podían a mi hermana con 10 años solamente.

En las demás fotos estaban Alissa y Adrián junto a mis papás, también estaban otros de sus amigos como África e Italia, esta última salía en casi todas las fotos conmigo.

En la última foto estaban papá y mamá juntos sonriéndose como jóvenes enamorados y no es que no lo hubiesen sido, es decir él tenía 24 años y ella 22 cuando se casaron, definitivamente estaban jóvenes. Supongo que para todos es agradable ver a sus padres enamorados, claro, no siempre lo aceptamos pero es bonito revisar fotos de hace 10 u 11 años y ver que ese sentimiento no ha cambiado en absoluto.

También es agradable tener padres jóvenes que entienden la mayoría de las cosas que le pasan a un adolescente.

—Ethan, no cambies tan rápido las fotos —se quejó mi hermana parándose sobre las puntas de sus pies para poder ver el álbum.

—Cam, esta es la última —le dije señalando la foto de nuestros padres.

Mi hermana era idéntica a mamá, su cabello era negro, muy negro y largo, su piel era bronceada natural, algo que nos distinguía ya que mi color de piel era más claro que el de ella. Su cara era idéntica a la de mamá, tenía su mirada y su sonrisa. Había heredado de papá sus ojos color miel, iguales a los míos, una de las pocas similitudes que compartíamos. Aunque claro, al ser medios hermanos no íbamos a compartir muchas similitudes físicas.

—Algún día quiero usar un vestido como el de mamá —dijo Cam con una mirada soñadora.

—De aquí en 20 años, amor —habló papá acercándose a nosotros.

—Pero en ese entonces tendré 30, papi —contestó mi hermana haciendo un puchero.

—Así es —le alborotó el cabello—. Por cierto, hijo, sandía hizo de las suyas fuera de tu habitación.

—No otra vez —dije negando—. Iré a limpiar.

Dejé el álbum con mi hermana y caminé hacia las escaleras que conducían al segundo piso, vi a mamá salir de la cocina con una bandeja con jugos y algunas golosinas, le sonreí y subí corriendo las escaleras. Sólo ella podía tardarse más de 20 minutos llenando una bandeja con golosinas y 4 vasos de jugo.

Llegué a la puerta de mi habitación y vi el regalito que dejó mi mascota.

Sandía —lo llamé y llegó moviendo la cola y sacando la lengua como si fuera un perro inocente—. ¿Qué es eso? —señalé sus heces y él ladeó su cabeza como si no comprendiera nada—. Mamá te sacará al patio si sigues así.

Soltó un ladrido y empezó a mover la cola con energía. Por cierto, el nombre de sandía tenía su propia historia. Me apresuré a limpiar el piso y cuando todo estuvo listo bajé las escaleras para una tarde de juegos con familia.

Mamá y Cam ya habían extendido el tapete de juegos en el suelo, ambas ya estaban descalzas, y papá estaba conectando la consola a la televisión. Esa era la vista típica de mi familia de todos los sábados por la tarde y yo jamás la cambiaría por nada. Jamás.

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Bueno, este es el epílogo de esta novela, muchas gracias a todos por haberla seguido ya sea desde el principio o recientemente. Espero que haya sido de su agrado.

Nos vemos en las próximas novelas. ;)

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Algunas posibles preguntas.

¿Habrá segunda parte?

Sí, se llama Catch me baby y aquí nuestro protagonista será Ethan. Aun no sé bien cuando la estaré subiendo pero tal vez en dos semanas lo haga :)

¿Estará en PDF está novela?

No, por el momento no tengo planes de hacerla en PDF quiero volver a releerla y editar lo necesario hasta que quede lo más pulida posible :)

¿Por qué el perro se llama Sandía?

En la segunda parte se sabrá xD

PD: Ethan tiene 15 años. Olvidé aclararlo D:

Kiss me, baby (KMB Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora