Al fin te encontré, preciosa.

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*Narrado desde el punto de vista de Alex*

"Me quedé callada hasta que llegamos al aeropuerto, no estaba segura de este plan, en realidad, no tenía ningún plan, el original era alejarme de ellos para que estuvieran a salvo, pero no tenía un plan para que yo esté a salvo. Incluso me vaya al Polo Norte, no iba a estar segura, pero por lo menos tendría la grata seguridad de que mis youtubers sí, y por eso estaba haciendo esto."

Eddi llegó al aeropuerto y estacionó el auto, bajamos. Silencio. Silencio. Silencio. 

-Llegamos.

Silencio. Silencio. Silencio.

-¿Vas a entrar?

Entro. Silencio. Silencio. Silencio.

Cuando entré, me quedé parada, helada, como una niña de 4 años cuando entra al jardín de niños por primera vez, tanta gente desconocida, un lugar tan grande, me sentí pequeña, perdida, desorientada, tan de 4 años.

Eddy se situó a mi lado, me miró con cara expectante a mi decisión, después de un rato dijo:

-Sabía que harás esto.

Silencio. Silencio. Silencio. Ahora eran 3 años. Hablé.

-Por lo menos tú sabías que haría, porque yo no.

-No sabés si irte o no, ¿verdad?

-Ahora tú también lees mentes, ¿verdad?

-No, me lo dijo tu cara.

-Sí.

-Alex.

Y más silencio. El medidor de edad mental disminuía a 2 años.

-¿Qué?

-¿En serio vas a tomar un pasaje hacia otro país, subirte a un avión, vivir a kilómetros de nosotros, tener otra vida, y simular que no pasó nada?

-Voy a tratar.

1 año. Silencio. Lágrimas.

-No podrás.

-Si, lo haré.

-¿Por qué? ¿Por quién?

Medio año.

-Porque sí, por ustedes.

Ahora era un feto recién nacido, quién solo lloraba al descubrir el mundo, asustado, buscando unos brazos fuertes y cálidos a quiénes aferrarse, dejando al mundo que tanto le asustaba a un lado.

Eddy me abrazó, no eran los brazos cálidos y fuertes que mi llanto estaba buscando, mis lágrimas querían a Rubén corriéndolas de mi cara, pero Eddy era la segunda persona a la que habría buscado para que me refugie en sus brazos, protegiéndome de cualquier peligro que se me acerque, fueran 3000 soldados o un dragón, él lo haría, él estaría ahí para mí.

-Perdón.

-No hay de que disculparse, Alex.

-No, si lo hay, perdón, porque voy a hacerlo, Eddy, voy a largarme de aquí.

La cara de Eddy cambió totalmente, estoy segura de que él esperaba a que yo me quedara en sus brazos, en su refugio, pero yo fuí un feto que no tuvo ese cálido abrazo, yo era la niña que debió enfrentarse al jardín de niños sin ninguna ayuda, por eso debía irme de ahí y entrar al salón con mis compañeritos y mi mochila de princesas a enfrentar todo sin ningún miedo.

-Alex, no.

Eddy estaba al borde del llanto, lo que faltaba, tener que afrontar su cara con lágrimas en las mejillas, no, esto no, por favor.

Psicópata. (elrubiusOMG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora