-¿Mcdonalds que?- pregunte.-
-Soy Minerva, Minerva Mcgonagall.- dijo ella remarcando su apellido.- Soy la directora de Hogwarts la escuela de magia y hechiceria.-
Ok este mujer esta loca. No existe la magia, o si?
-Si, claro.- dije con sarcasmo.- Me podria llevar a mi orfanato de vuelta porfavor.-
-¿No me crees verdad?- dijo Mcgonagall .-
-No.- dije directa.- No existe la magia, ni los magos ni las brujas.-
-Pero si tu lo eres.- dijo con tranquilidad.- Tus padres eran brujos extraordinarios.-
-¿Mis padres?- dije con nostalgia.- ¿Usted los conoce?-
-¿Que si los conosco?- decia ella.- Ellos estudiaron aqui.-
-Pero esto es un sueño ¿no?- pregunte.- ¿Mis padres estan vivos?-
-Desgraciadamente no.- dijo ella.- Ven sientate, te explicare todo.-
Me sente y escuche atentamente. No tenia idea. Todo lo que habia creido era mentira. Los magos y brujas existen. Mis padres no me abandonaron. Un tal Voldemort (el-que-no-debe-ser-nombrado) los había matado, porque según el destino su hijo iba a acabar con el, dice Mcgonagall que yo fui la elegida y El-que-no-debe-ser-nombrado me iba a matar pero algo me llevo al orfanato. ¡Todo esta claro ahora!
-Por eso fue que en el zoológico una serpiente me hablaba, y luego cuando Deneb me molesto el vidrio había desaparecido dejando fuera a la serpiente.- dije.-¿Los magos hablan con animales?-
-No muchos.- dijo Mcgonagall.- Hablar con serpientes es el idioma Parsel, igual que tu...-
-¿Mi que?- pregunte.-
-Nada.- dijo ella.-
-Entonces debo destruir a Voldemort.- dije.-
-Emm sobre eso.- decia ella.-
-Debo ir a fuera.- lo interrumpí.- Adiós Mcgonagall.-
-¡Diane vuelve!- dijo Mcgonagall.-
Yo actué por intuición y corrí, no quería ser parte de esto. Quería volver a mi vida normal. No quería ser la elegida. Y no quería ser la que matara al hombre ese. Tropecé con alguien lo cual me hizo sacarme de mis pensamientos y me hicieron caer. Eran 3 chicos, el primero tenia lentes circulares, ojos verdes, cabello castaño y una cicatriz en forma de rayo en la frente, el segundo era pelirrojo y ojos verdes, la tercera era una chica de ojos cafés, castaña con pelo ondulado y los tres llevaban una túnica negra con una corbata roja y amarilla. El chico de lentes se agacho y me ofreció su mano.
-Wow, ten cuidado.- dijo y yo tome de su mano.- ¿Estas bien?-
-Emm si.- dije nerviosa.-Perdón, es que estoy confundida.-
-¿Por que?- pregunto el pelirrojo.-
-Es que...- decía pero me interrumpieron.-
-Oh aquí estas Diane.- dijo Mcgonagall agarrando mis hombros.-Bueno chicos lamento, haberlos molestado. Ven debo decirte algo.-
Mcgonagall me llevo directamente a su oficina, pude notar que ella estaba nerviosa. ¿Por que no me dejo hablar con ellos? ¿Algo me estaba ocultando? Llegamos a su oficina y cerro la puerta detrás de mi con llave.
-¿Los conoces?- me pregunto sentándose en su silla.-
-No.- dije obvia.- no conozco a nadie de aquí.-
-No debes hablarle a nadie.- me ordeno.-
-De acuerdo.- dije.- solo regréseme a mi orfanato.-
-No.- dijo ella.- Vas a quedarte y estudiar aquí, tienes un gran deber y debes aprender de la magia y como usarla.-
-¡¿Y que pasa si no quiero?!- dije enojada.-
-Es tu destino.- me dijo al mismo tono que yo.- Y deberás cumplirlo.-
-¡Yo nunca quise ser algo grande!- dije.- ¡Yo siempre había querido ser solo otra mancha en el mundo!-
-¡Pero no lo eres!- me dijo.-
El silencio se asomo por toda la habitacion, hasta que Mcgonagall se paro y hablo.
-Es hora de ir al Gran Comedor.- dijo con mas tranquilidad.- Vamos, el Sombrero seleccionador debe seleccionarte una casa.-