Cap 71

46.6K 1.1K 49
                                    

-¿Cuál de los tres?- pregunto y miro a Edwars quien está acariciando mi cabello.
-¿Tres?- jadea-¿ Por qué nunca me lo comentaste?
-Nunca me lo preguntaste- digo indiferente.
-Dime por amor a la patria que no te tatuaste la palabra faje- suspira. Jamás imagine que mi madre tuviera algo en contra de esa palabra en algún sentido. Esa palabra era como su símbolo, su identidad; era ella. ¿Y qué importan un par de tatuajes? Nisiquiera se ven. Bueno, ahora que lo recuerdo lo hice a sus espaldas.
-No- suelto una carcajada- Y ¿qué haces llamandome despues de la maleada que te di ayer en el hospital?
-Porque soy tu madre, maldita. Pásame a Edward- ordena. Ruedo mis ojos y le paso el telefono a Edward, él se endereza y habla con mi madre. Me levanto y doy un recorrido por la habitación, me lanzo en la cama boca abajo. Tengo dos dudas; ¿Por qué mi madre se fue ayer tan a prisa? y dos; ¿Me hago o no otro tatuaje? Ed llega a los minutos y se sienta sobre mi espalda, me saca el aire.
-E¡dward, bájate! ¡Te pesa el purro!- pataleo. Mi estómago está comprimido.
-No soy Edward, soy la ametralladora de Mánchester- finje la voz de Harry.
-¡Que te bajes! ¡Y su voz es más sexy!
-No te resistas a la ametralladora directiva directorial, rindete, no tienes oportunidad, eres vulnerable a sus ataques mortales- esta vez finje voz de Terminator.
-¿Directiva directorial? Eso ni existe ¡Por Dios! Bájateeee!- pataleo y logro tumbarlo en la cama, me siento sobre su cadera y presiono sus manos contra el colchón. Él no forzajea.
-No debiste hacer eso. Has comenzado la tercera guerra mundial, y la ametralladora Mánchester esta lista para defenderse con todas sus municiones- sonríe.
-No digas estupideces, Edward. Eres un idiota.
-Recarguen...Apunten...
-¡Ya! ¡Me quito!- me aparto de él y me tumbo a su lado en la cama.
-¡Ja! El miedito- se burla.
Nos quedamos unos minutos en silencio viendo hacia el techo, la paz invade el ambiente, siempre lo es cuando estoy con Ed. Viene a mi mente Styles, recuerdo cuando me negó. Mi madre lo vio hace unos días, ¿Cómo se habrá dado cuenta de mis tatuajes? Tal vez si debería ir a ver a Styles. Mamá dice que va a ir recuperando la memoria si lo ayudamos.
-¿Crees que debamos ir a ver a Styles?- pregunto. Edward voltea su rostro hacia mí.
-¿Quieres verlo?- amplía sus ojos.
-¡Claro que no! Él me da igual- finjo fastidio, trato de cambiar el tema- ¿Qué te dijo ____TN?
-Lo típico; que no deje que te drogues, que no hiciéramos nada indebido y que si yo tenía tatuajes...
Pasé hablando con Edward horas, exactactamente no sé cuanto tiempo hasta quedarnos dormidos. Escucho a lo lejos una campanilla que cada vez se acentúa; el timbre. Siento que Edward me da un par de codazos, le respondo con un quejido, mantengo mis ojos cerrados.
-Ve a abrir- dice con voz ronca y adormilada. Estoy muy cómoda, así que lo ignoro. La puerta sigue sonando, Edward vuelve a hundir sus codos en mis costillas, sigo ignorándolo. El timbre deja de sonar por unos segundos para que la puerta comience a ser golpeada con fuerza- Jane...-dice Edward en un quejido.
-¿Qué?- respondo en el mismo tono, abro los ojos y miro a Edward recostado boca abajo a la par mía con los ojos cerrados.
-Están golpeando la puerta- contesta sin abrir los ojos.
-Es tu apartamento- volteo la cabeza y cierro los ojos para volver a dormir. La puerta suena cada vez más fuerte, esta vez quien sea que esté tocando ya hasta hizo una melodía con ritmo entre el timbre y los golpes.
-Seguro no es nadie- Edward se acomoda abrazado a una almohada y me da la espalda. Ambos tratamos de ignorar la puerta y seguir durmiendo. El timbre y los golpes cesan, seguramente ya se fue, no sé cuantos segundos pasaron cuando un golpe muy fuerte se escuchó en todo el apartamento, como si hubiesen dejado caer algo muy pesado al suelo. Edward y yo nos despertamos de un salto y nos miramos alarmados. Nos levantamos y corremos hacia el salón y vemos a Harry dentro del apartamento y la puerta tumbada en el suelo.
-¡¿Pero qué fajes hiciste?!
-Jane, estás aquí. Gracias al cielo- Harry corre hacia mí y me abraza ¿Me perdí de algo?
-Pues yo no estoy muy agradecido que digamos- bromea Edward.
Harry me mira a los ojos y me revisa de pies a cabeza.
-Te he buscado todo el día, ¿Por qué no me dijiste que vendrías aquí?- alza mi menttón con sus nudillos.
-¿Todo el día? ¿Qué hora es?- miro el reloj de pared de Edward. 11:26 p.m.
-Oye, pero no era razón para tirar la puerta- miro hacia al puerta y Edward la levanta.
-Fantástico. Los hijos únicos no saben la suerte que tienen.
-Lo siento, Edward. Prometo arreglarlo- se disculpa Harry, sus ojos están un tanto inflamados y su cabello despeinado, tambien noto que está preocupado por algo, y no exactamente porque no me hallara en todo el día, aunque esa parte me gusta.
-Si como no. Se tomó muy enserio el tiroteo- Edward camina hacia la cocina.
-Jane, debes venir conmigo. Te necesito ahora más que nunca- me vuelve a abrazar. Definitivamente algo malo pasó.
-¿Qué pasa? ¿Estás embarazado?- me aparto y lo miro a los ojos pero él no localiza mi mirada, está demasiado inquieto.
-No. Te he estado buscando todo el día. Pasé a ver a Liz hace unas horas, está muy mal...-sus ojos se llenan de lágrimas-...el golpe del accidente le causó un derrame cerebral- hace un puchero y comienza a llorar como un bebé. Siento una punzada intensa en mi pecho, como si quebraran todos mis huesos al mismo tiempo y me lleno de escalosfríos de pánico. Una alarma interna me llena de miedo inmediatamente- Ya la desahuciaron- su voz se quiebra y cae al suelo de rodillas muerto en llanto. Inmediatamente me arrodillo frente a él y lo abrazo. La idea de que Liz se desprenda de este mundo no me molesta, pero que haga sufrir a Harry, eso no me agrada para nada.
-Harry, mírame- tomo su rostro en mi manos, veo sus ojos verdes batidos en el blanco y rojo de su llanto, beso sus mejillas empapadas y planto un beso en sus labios el cual el responde con muy poco ánimo- Vamos a verla. Es mejor estar con ella el mayor tiempo posible- acaricio sus mejillas con mis dedos y él asiente.
-Te amo, Jane. Gracias por estar conmigo- me presiona contra su pecho y besa mi cabello. Se levanta y camino hacia la cocina.
-¿Qué pasó?- dice Edward luego de empinarse una botella de leche con chocolate fría.
-Liz está agonizando, se muere esta noche, debo ir a despedirme de ella, adiós- doy media vuelta.
-¿Enserio? Yo tambien quiero verla.
Salimos del apartamento, Harry como pudo volvio a encajar la puerta para que no se abriera muy fácilmente, llegamos al hospital. Parecía la cena cuando la familia Lí Sellers me conocío; estaban sus abuelos; Luz, Melissa, Marco y Jack. Tambien sus primas y primos; John, Sean, Terrence, Brittany, Ivonne, Freddie, Samantha con su esposo Wyatt, noté que tenía unos meses de embarazo avanzados, no se le notaba cuando la conocí. Tambien está Oriana con Keyton y Berlín, a esta la acompañaban sus perritas falderas; Ginny y Kelly. Kiki y su novio Derek, Darian con Allan, Shontelle con Agus, Paula abrazaba a James. Tambien estaba Delfina, la madre de Martín. Algunos alzaron la mirada para vernos, otros estaban demasiado ocupados llorando.
-Hola, Jane- apareció Nina, la tía de Harry de la nada.
-Hola, Nina ¿Cómo te sientes?- pregunto.
-Pues, dentro de lo que cabe. Que bueno que estás aquí- soba mi brazo y se sienta junto a Delfina. Louis aparece de la nada. Todos se levantan inmediatamente.
-Familia, ya les dije que hay mucha gente aquí- se queja.
-Lou, ¿Cómo está mi hermana?- pregunta Harry.
-Ya pueden pasar a verla, pero...uno a uno, y despues necesito que se vayan algunos. 
-Está bien, pero déjanos verla- suplica Martín.
-Liz está muy delicada. Cualquier noticia fuerte o disgusto puede acelerar su decaída permanente. El derrame fue fulminante, ella está despierta y consciente pero sus movimientos son muy flojos y poco controlados. Pueden pasar de uno en uno- Louis alza la mirada y me mira, yo miro a Harry quien tiene esa carita de perrito que me dan ganas de abrazarlo hasta estrangularlo.
-Yo- insiste Martín.
-Por aquí- le indica el Louis y entra.
Me siento con Harry en el sofá de espera, él sostiene su cabeza con su mano y yo lo abrazo.
-Hola, Jane. Gracias por venir- dice Samantha.
-Harry me necesita y le daré el apoyo que necesite- sonrío y busco con la mirada a Edward, este no está por ninguna parte.
Pasan de uno en uno a ver a Liz, le dan esta noche como máximo. Harry se rehusa a pasar hasta el final.
-¿Quieres que te acompañe?- le pregunto.
-Estaré bien- acaricia mi barbilla, yo me lanzo a sus brazos y lo presiono contra mí. Harry entra en la habitación y yo me quedo esparándolo. Luego de unos minutos él sale envuelto en lágrimas, cae en mis piernas y yo abrazo su cabeza con fuerza. Solloza tumbado en mis piernas, luego levanta la cabeza y arrecuesta su cabeza en mi hombro, enlaza su mano con la mía y me susurra al oído.
-Está despierta, me mira y mueve sus brazos y sus labios, pareciera que trata de decirme algo pero no puede- siento su aliento golpeando en mi oído con suavidad.
-Iré a verla, necesito disculparme con ella, ya sabes, dejar las cuentas limpias- froto mi mejilla con su cabello.
-¿Te acompaño?
-Estoy bien- me levanto y entro a la habitación. 
-Bien- me besa la mejilla.
Liz está con la mirada perdida, trae intravenosa y oxigeno, su corazón suena como un pitido constante en la máquina. Me acerco a ella y la miro.
-Hola- sonrío. Ella abre sus ojos impactada al verme- ¡Vaya! ¡Que bien que me reconoces! No me has olvidado, que tierna. El pitido en la máquina se acelera- No, no. Liz, por favor, no te alteres, sólo vengo a despedirme de tí dignamente- me burlo, su respiración se agita- Lástima que no me pude despedir de tus hijitos bellos, porque déjame confesarte...-camino alrededor de su cama- Yo no sabía que estaban dentro cuando incendié tu casa. Siéndote sincera los hubiera sacado primero antes de incendiarla si hubiese sabido que tus retrasados estaban ahí, pero lastimosamente ya estaba casi en escombros cuando los escuché- me encojo de hombros, me siento a su lado y rozo con as yemas de mis dedos e oxigeno que la mantiene viva, el latido de su corazón se acelera- Por Dios, Liz, pero qué fatalista eres. Vengo a darte una última visita y tú me tratas así, que poca poca cortesía- niego con mi cabeza- No sabes que vengo a hacer a paces contigo, digo, para que te vayas en paz y no me estés atormentando en sueños y cosas así- ruedo mis ojos y ella me sigue viendo con los mismos ojos de pánico, cree que voy a matarla, no sería mala opción, simplemente sería darle el empujoncito que necesita- Pero bueno, te perdono- palmeo sus manos-...y para probarte que ahora quiero ser tu amiga, claro por los treinta minutos que te quedan de vida ¡Compartiremos secretos! A ver, a ver ¿Por cuál comienzo? ¡Ah, ya sé! Cuando nos conocimos. Yo te conocí antes que tú a mí. Me colé en el auto de Styles la vez que saliste con él para darle mi beca en Mánchester, fue odio a primera vista, lo recuerdo como si hubiese sido ayer- suspiro- Tambien me acosté con Liam en la casa donde vivías con Harry, sí, en el mismo suelo, pobre director, nunca sabrá lo que pasó en sus narices, pero no te preocupes que esa fue la única vez. Bueno, sin contra lo de Leon, tuve un desliz mega rápido pero eso si no significó nada...y ¡no es que Liam me interese!- doy una carcajada- pero Harry me hacía enojar a veces y pues Liam era una buena vía de venganza, y hablando de venganzas ¿Por qué crees que prendí chispitas en tu choza? Porque tú eres la favorita de Styles, porque tú si sabías que estaba vivo, tú sí sabías donde estaba ¡Y no su familia! Y ahora, hazte la muertita porque estorbas un poco, digo, no te preocupes por Harry, yo lo cuidaré muy bien- doy unas palmadas en su frente, ella empuña los ojos y comienza a balbucear sin sentido- ¿Qué dices? No entiendo nada. Qué irónico, quedaste igual que tus hijos...Inútiles. Bueno, pero ¿Ya qué? Ahora tú, cuéntame un secreto...-río y tomo su mano- toda tu familia está afuera, que ahora es la mía tambien, cuñadita. Tampoco te preocupes por Martín, ya le encontraré pareja o si quieres te doy el gusto de mandarlo contigo y tus niños- Liz abre los ojos con pánico y trata de gritar pero sólo salen incoherencias- Creo que ya te conté todo...ah, bueno, yo hice que expulsaran a Berlín de Mánchester, tambien fui yo quien le quitó el trabajo a tu esposote hace unos meses. Me quedaré con tu hermano, tu casa, tu familia y tu gran felicidad Lí, adiós Elizabeth Mary Lí Sellers- susurro su nombre uno por uno cínicamente y salgo de la habitación. Veo a Styles abrazando a mi madre en la sala de estar ¿Estoy delirando? No, realmente están juntos y ¡Edward está con ellos! Edward me mira y mis padres me miran seguidamente, me acerco.
-Jane, ¿Cómo está Liz?- pregunta mi madre.
-Mal. Se va a morir- digo indiferente y planto mi vista en los ojos de Styles, este me mira y sonríe- ¿Qué hace este aquí?
-Jane- me hala Edward y junta su boca en mi oído- Aguántate, no lo hagas, por favor- susurra en mi oreja.
-Hola, Jane- sonríe Styles.
-Hola, Harry- digo indiferente.
-¿Cómo estás, hija?
-¿Hija?- lanzo una carcajada ruidosa- ¿Ahora soy tu hija? Según yo hace tres semanas tú no me conocías.
-Perdón. Es muy complicado para mí recordar...
-¿A tus hijos? ¿A tu esposa? ¿Tu familia? Sí, complicadísimo. A mi tambien se me olvida que eres mi padre todo el tiempo, te comprendo.
-Jane. Tu padre y yo estamos juntos de nuevo. Edward, tú, él y yo viviremos en un apartamento aquí en Mánchester.
-¿Peeerdón? Yo no viviré con este- hago una mueca de asco- Esta asquerosidad de hombre no es mi padre, no lo conozco ni lo quiero conocer. Está bien que no me recuerde, porque yo no lo quiero recordar a él- doy media vuelta y corro fuera de la clínica.
-¡Jane!- grita Edward. 
Salgo del edificio y busco huír del lugar, no quiero verlo, ese hombre no es parte de mi vida ya, no lo volverá a ser nunca. Camino por las calles de Mánchester, por lo menos son las tres de la madrugada, las calles están solas y frías. Cerca de una calle bifurcada hay una banca, escucho unos sollozos provenientes, conozco a la chica que llora en la banqueta. Me acerco y ella salta del susto; es Anto.
-¿Styles?- me mira sorprendida.
-Anto ¿Qué haces aquí?
-¿Enserio te importa?- su voz se quiebra. Se hace la fuerte pero se ve que está hecha pedazos, su rimel está corrido y las lágimas negras han marcado sus mejillas.
-No pero igual quiero saber- me siento a su lado.
-Jamás lo entenderías, tú tienes una maldita vida perfecta- aspira.
-¿Qué?
-¿Buscar burlarte de mí?
-No. Bueno, depende porqué lloras, porque si lloras porque tu perro se murió es probable que me burle pero...Cuéntame.
-¿Por qué habría de hacerlo? Tú me odias y yo a tí.
-Yo odio a todo el mundo, así que no eres nada especial.
-No tengo a nadie. Estoy en la calle.
-¿Y tu familia?
-Mi madre es una borracha, mi padre murió antes que yo naciera. Mi padrastro ha abusado de mí desde que tengo doce años...¿Por qué te estoy contando esto?
-Porque necesitas desahogarte. No nos llevamos bien porque somos cortadas con la misma tijera. Mierda, debo dejar de hablar tanto con Harry, se me pega su humildad.
-Me fui de la casa hace algún tiempo, he vivdo con Syd los últimos dos años... Eres tan dichosa, Jane. Tienes familia; tu madre está loca igual que tú pero te ama, tu padre te amó en vida, tu hermano y tú son muy unidos, tienes a Danielle, a Harry, tienes amor por todos lados, casas en Londres, Moscú, Las Vegas, Mánchester, y por si no es suficiente un par de internados enormes- Anto comienza a contarme una história que ya sé, Harry me la contó hace un tiempo- Ahora terminé con Syd y pues, estoy en la calle.
-¡Pues ya está! Te vienes con Harry y conmigo.
-¡¿Qué?!
-Como oyes. Levántate y vámonos- me levanto y le extiendo la mano ¿Por qué estoy siendo buena con ella? No lo sé, pero deseo hacerlo.
-P-Pero ¿Y el señor Lí?
-No sé, no me importa. Vamos- insisto.
-¿Por qué quieres ayudarme?- murmura desconfiada.
-Por favor, no soy tan mala...-<Sí lo eres>- Bueno, sí lo soy pero no pienso dejarte aquí sola. Dicen que a los amigos hay que tenerlos cerca y a los enemigos más, vamos- Anto sonríe y toma mi mano, la suelto en cuanto se levanta. Tomamos un taxi y nos dirigimos hacia casa.
-¿Y tu ropa?
-En casa de Syd. Peleamos muy fuerte y no me traje nada.
-¿Por qué pelearon? Syd es un bastardo en echarte sabiendo que no tienes donde ir.
-Por eso mismo. Piensa que por su dinero voy a regresar a rogarle, ya estoy harta de eso.
-¿Estás con él por su dinero?- pregunto, ella tiene la mirada perdida en la ventana, suspira.
-Al comienzo era algo más o menos así; él me daba dinero cada vez que nos acostáramos, luego me invitó a vivir con él cuando le conté lo de mi familia y cree que soy su juguete. COquetea con muchas chicas, se acuesta con ellas, a mí me da mucha rabia, él no es malo pero no es el mejor de los novios tampoco.
-Por eso te pusiste así cuando estaba conmigo en la fiesta...
-Así es. Todos en la universidad me tienen como la vendida, la ogro por como celo a Sydney, porque me altero muy rápido con todo pero nadie sabe lo que he pasado en mi vida, nadie conoce los rincones. Todos toman prejuicios superficiales.
-Sé lo que es eso.
Llegamos a casa, está oscuro y cerrado. Rodeamos la casa para entrar por una ventana, una vez dentro tomo el teléfono para llamar a Harry.
-¿Hola?
-Harry, estoy en casa. Me encontré a Styles en el hospital y me vine aquí.
-¿Por qué no me avisaste? Jane, deja de perderte tanto, me preocupas.
-Estoy bien, estoy en casa acompañada.
-¿Con quién estás?- se alarma. Tapo el teléfono y miro a Anto.
-¿Cómo es que te llamas?- le pregunto.
-Antonella Serfield.
-Con Antonella Serfield.
-¿Qué? ¿Qué hace ella ahí? ¿Qué hace ella ahí contigo? 
-Luego te explico, se quedará a dormir.
-No, Jane...-cuelgo antes que me diga algo, inmediatamente el teléfono suena pero lo ignoro.
-¿Qué dijo?
-Está encantado de que te quedes- sonrío- ¿Qué quieres hacer?
-No lo sé, no tengo ánimos de nada.
-Sé que te ayudará- me dirijo a la cocina y saco de la cabina secreta de Harry una botella de Whisky, bastante mediocre en sentido de alcohol pero no hay peor palo en que ahorcarse. Llamo a la pizzería y la pizza llega en cuarenta minutos. Nos lanzamos en el sofá y miramos televisión mientras comemos y nos emborrachamos un poco.
-¿Tú tenías algo con Liam?- pregunta Anto luego de unos tragos. En la televisión está Medium.
-Era mi novio en la preparatoria.
-¿Y qué pasó?
-Se quedó con la secretaria anónima.
-Lo sé, ahora sale con Louise. Antes parecía que era tu esclavo, Sidney y yo nos burlábamos mucho de él.
-Quisiera poder separarlo de esa poca mujer, no puede estar con ella.
-¿Qué serías capaz de hacer por separarlos?- me mira expectante.
-Tienes algo en mente, ¿Cierto?- ella asiente.
-Tienes que...¡Tienes que raptarlo!

Mala Jane.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora