capitulo 24

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-Mamá, eso es absurdo- me levanté de la cama dirigiendo mi vista hacia la ventana. Tenía una vista hacia el estacionamiento subterráneo, recordé lo que había pasado ahí y mis nervios comenzaron a fluír.
-Lo sé, seguramente fuer mi mente, aunque tambien recuerdo que tú y Edward me hablaron- ¿Qué? ¿Que nosotros le hablamos? Eso era cierto. Osea que sí nos escuchó y lo recordó, pero...¿Cómo pudo mi padre haberle hablado del más allá? Dí media vuelta y la mire, ella mantenía la mirada perdida en sus manos, yo maquinaba mil posibilidades por segundo en mi mano, debía hablarlo con un doctor.
-Exactamente...¿Qué fue lo que nos escuchaste decir a nosotros?- me acerqué lentamente.
-No recuerdo cada letra, pero me estaban dando apoyo, recuerdo sus voces- parpadeaba repentinamente.
-Mamá, la voz de Edward se parece a la de papá, seguramente lo confundiste.
-No. Harry me llamó como sólo él lo hacía- me miró pensativa.
-Su niña mal- murmuré dudosa. Mi mamá asintió.
-Mamá, mi papá fue cremado- susurré, ella presionó sus ojos atrapando las lágrimas que fluían de sus ojos.
-No quiero hablar de eso, mejor ven mi nena- extendió sus brazos, yo me acerqué, la puerta se abrió.
-Aquí está ya- dijo Liam extendiéndome una botella y el paquete. Miré el rostro de Danielle que no estaba muy agusto que digamos, algo había pasado allá abajo. ¿Donde estaba Ed?
-Dame eso- revisé la etiqueta- ¡Esto trae azúcar! ¿Acaso quieres matarme?- le aventé la barra de maní.
-¿Qué? No, si yo le dije que sin azúcar a la mujer- revisó el paquete, mi madre me miraba con una sonrisa de orgullo fingida por ojos de desaprobaciòn.
-¿Dónde está Edward?- pregunté.
-Afuera- dijo Dani de mala gana. Esto iba mal, aquí hubo pleito.
-Dile que entre- sonreí malévola en mis adentros, vamos a echarle un poco de leña a este fuego.
-Amor, ahí dice cero por ciento de azúcar, no tiene nada malo, no te vas a morir- murmuró inocentemente señalándome donde decía que era light- Permíteme- me abrió el tapón d ela botella.
-Bueno, yo soy la agonizante aquí y no me trajeron ni un chicle de maquinita. Jóvenes de m%$da no consideran a los moribundos.
-Yo si te traje algo, mamá- entró Edward y le acercó un paquete de galletas con queso.
-Dime que trae un millón de calorías, no soy anoréxica como Jane- abrió el paquete y comenzó a devorarlas.
-No soy anoréxica, sólo me cuido- Liam metió la barra de maní en mi boca con suavidad.
-Oigan y dejaron al papi chulo de Jane afuera, con razón la miro tan nerviosa a la tipa y es que le hace falta su Adonis- se burló mi madre. Yo sentía que me ponía cada vez más colorada, mi mamá no tenía pelos en la lengua, nisiquiera porque Liam estaba presente. Edward mordió sus labios para evitar soltar una carcajada, incluso Dani que estaba sulfurada sonrió burlona. A quien no le pareció el chiste fue a Liam quien pandeó la botella al escuchar el comentario.
-No hay problema, mami, ya se lo traigo- Edward abrió la puerta. Ni él se creía que lo hacía por obedecer a mi madre. Todo era para ver como me ponía de roja, porque seguramente mi mamá iba a lanzar mil bromas al respecto. Harry entró unos segundos despues.
-¿Cómo se siente señora? Lamento mucho lo de su esposo- dijo educadamente. Ni rastros del tipo que me chacoveó en el estacionamiento o el que me recogió anoche drogada.
-Gracias, Harry...- lo miró fijamente, como exáminandolo. Todos esperábamos una reacción de ella-...¿Tu segundo nombre?- Ufff, alivio.
-Zachary- sonrió mirando hacia el piso. Yo me derretí, sus hoyuelos se pronunciaban con su sonrisa y yo agonizaba por morder sus mejillas.
-Zac- dije involuntariamente ¿Cómo salió eso de mí? Todos me quedaron viendo y yo pedía que la tierra me tragaba ¿Cómo podía pasarme esto? Era tan cambiante que Harry no me interesara un puto pepino engusanado para irrespetarlo y ahora me encontraba con las personas que más confianza tenía muerta de la verguenza. Mi mamá soltó una risita- Creo que hay mucha ente aquí y el espacio es concurrido, me falta el oxigeno, ya regreso- me levanté y me dirige hacia la puerta rogándole a Alá que no me tropezara.
-Te acompaño- dijo Liam rápidamente, yo maldije a las mil p%tas que no se acostaron con el padre de Liam el día que se fajó su madre.
-Liam- lo detuvo mi mamá- ¿Me ayudas con...-pensó-...la intravenosa?
-Claro- dijo de mala gana.
-Hazza ¿Puedes acompañar a Jane?- Dos cosas rondaron mi mente. Primero ¿'Hazza'? El apodo sexual de mi padre. Segundo: ¡Mi mamá me está juntando con Harry!
-Por supuesto- dijo serio, cualquiera se creería el cuento que es muy profesional, cualquiera menos yo.
-Te aseguras que no robe ninguna droga en la sala de medicamentos- bromeó.
-Como la de anoche- murmuró Danielle, Edward empuñó sus ojos.
-¿Qué pasó anoche?- dijo mi madre alarmada.
-Que Ed te explique- le alcé una ceja y salí. Harry venía tras de mí.
-Tu madre es muy hermosa- susurró detrás de mi oreja, automáticamente mi piel se erizó.
-Lo sé ¿De dónde cree que salí yo?- dirige mi vista al frente.
-Niñita engreída- bufó detrás de mí.
-¿Me hace un favor? No camine detrás de mí- me detuve.
-¿Por qué?- rió- Pensé que te gustaba que la gente caminara tras de tí, como sometiéndose.
-Es algo metafórico, no literal, señor Mánchester- lo miré a los ojos, pero bajé la vista automáticamente. Tenía que trabajar en eso de ganarle a las miradas.
-Entonces...- alzó una ceja, yo suspiré.
-Mi hermano dice que cuando los hombres caminan detrás de las mujeres es para verles el trasero (ojo chicas, esto es cierto)- me crucé de brazos, él soltó una carcajada.
-¿Enserio eso te dice? Tu hermano está violando el código de hombres.
-Sí, eso me dice porque él lo hace con Danielle y quien sabe con cuantas más. Mi hermano es un santurrón de m%$da y aún así hace p%tadas- le indiqué con mi mano que caminara. Él dio dos pasos y se detuvo.
-Un segundo, Styles...¿Qué me asegura que las mujeres no hacen eso tambien?- entrecerró sus ojos, yo rodé los míos.
-Porque las mujeres tenemos más controladas nuestras hormonas, mientras que las feromonas de los hombres incitan a montarse en las mujeres donde sea cuando sea, miran una braga en una tienda y se les para hasta las uñas.
-¡Por Dios! Nos pones como los más calientes sin control. Además las mujeres tambien son así, unas más que otras igual que los hombres.
-Sólo lo que son- le hice una seña para que caminaran.
-Mejor caminemos a par ¿Te parece? No soy mi brazo a torcer a que morbosees mi inocente trasero- caminamos a ritmo.
-No meto mis manos al fuego por ese trasero, seguro ya fue pasivo- bromeé.
-¿Qué dijiste?- murmuró serio, no le había gustado la bromita en lo más mínimo. Ahí me di cuenta por qué es que me ponía incómoda bromear frente a los que conocía. Pues por eso mismo, porque me conocían tanto que sabrían como ponerme avergonzada mientras que yo sola me defendía bien.
-Nada. Ya sabe lo que dicen, caballo chimado relincha.
-¿Caballo qué? ¿Dónde aprendiste eso?- frunció el ceño desentendido.
-Se lo dejo de investigación, director Mánchester- le di unos golpesitos en el hombro.
-¿Quieres comer algo? Media barra de maní y dos tragos de agua carbonatada no te han de haber llenado- Zachary, ofréceme tu purro o una noche de placer y la acepto, la comida ya está sobrevaluada.
-Bueno- traté de sonar indiferente.
Llegamos al comedor del hospital. Harry me trajo una rebanada de pastel de limón y un frapé de caramelo, mi favorito., lo mismo para él.
-Había de chocolate, pero pensé que preferirías de caramelo- se sentó frente a mí.
-Está bien así- absorví el café, Harry me miraba intrigado con los ojos entrecerrados y una sonrisa burlona, comenzó a negar con la cabeza ligeramente- ¿Qué?- dije tosca.
-Eres mala- afirmó. Nada nuevo, papasito.
-¿Ahora qué hice?- comencé a comer el pastel de limón.
-Mandaste al trasero mal limpiado de Liam a comprarte cosas sin azúcar y con una especifica cantidad de cada cosa. Pero hoy desayunaste un sandwich con queso lleno de calorías, lamiste sirope de mi espalda y estás comiendo un pastel lleno de azúcar y un frapé que engorda con solo verlo...- Yo amaba el dulce, y sí, le hice el berrinche a Liam de las calorías por j%derl$
-No le pedí eso a Liam porque tuviera pocas calorías, se lo pedí porque eso era lo que se me antojaba- terminé mi pastel- Y no le diga c%lo malimpiado ¿Acaso se lo ha visto?- Yo a tí te lo limpiaría con la lengua.
-No- sonrió-...Espera...¿Desde cuando defiendes a tu mayordomo?
-Te daré una explicación simple pero efectiva...-me levanté y me acerqué a su rostro-...Sólo yo, Jane Styles- futura de Lí-Sellers-...puede tratar como alfombra a Liam ¿Entendido?
-Sí, directora Londres- se burló.
-¿Se está burlando de mí?- estiré el cuello de su camisa y vacié el frapé frío dentro de Harry, yo hice una reverencia y salí mientras él quedaba quemándose con el frío- A ver si así subes tu nivel de respeto director sexy- dije a mi mísma regresando a la habitación de mi madre.
Sólo esto me faltaba; Danielle succionandole hasta la sangre a Edward.
-Vaya, vaya- aplaudí- Mamá ¿Pediste drama porno o qué?- me crucé de brazos.
-Celo....-pausó-...sa.
-¡Mamá!- refunfuñé.
-¿Estás celosa?- Edward me miró incrédulo con una sonrisita egocéntrica.
-P%ta ¡Que no!- me senté a la par de mi mamá- ¿Dónde está Liam?
-Fue a buscarte.
-Por cierto ¿Por qué estaban con cara de estreñimiento hace unos minutos?- pregunté.
-¡Es que estoy harto que Dani le coquetee al p%to de Liam!- dijo Ed molesto.
-Ya hablamos de eso, yo no lo coqueteo a Liam- Danielle tomó sus manos. Miré a mi mamá que me miraba con cara de 'Mis poderes no se equivocan'
-¿Le coqueteas a mi novio?- me levanté y la miré amenazante.
-¡No! Edward mira lo que hiciste, le metiste ideas locas a Jane.
-No es mi culpa que le andes moviendo las pestañas a ese idiota.
-¡Edward! ¡Cállate ya!- lo regañó mi madre- Dejen de pelear o les juro que les lanzo una jeringa a cada ojo. La puerta se abrió.
-¡Te estaba buscando!- expresó Liam molesto.
-Estaba en el comedor.
-¿Por qué no me avisaste que querías comer?- dijo enfadado. No no no, así ya no vamos.
-¡Porque no tengo que darte notificaciones de cada maldito pedo que me tiro!
-Yo si te lo notifico- reclamó.
-A ver, dime cuantos llevas hoy- me crucé de brazos. Mi mamá contenía la risa.
-¡Yo que sé! ¡No los cuento!- estaba malhumorado.
-Pues apartir de ahora, Liam Payne, me tienes que notificar cada p%to pedo que te lanzas o te juro que terminamos- I-LO-GI-CO! Terminar por culpa de los pedos, pero a mí no me iba a venir a pedir cuentas este tipo.
-¿Qué?- dijo incrédulo.
-Lo tomas o lo dejas, decide. Y a mi tú no me vengas a pedir cuentas. En esta relación quien pone los puntos sobre las íes soy yo y nadie más que yo ¿No te gusta? Ahí está la puerta bien abierta para que salgas en cuanto quieras- señalé.
-¡Pues me voy! ¿Me largo? ¿Es lo que quieres? ¡¡Me voy a la m%$da, Jane!
-¡Ya te tardaste! Correrás de vuelta a mí, idiota y para regresar vas a tener que lamer el piso por el que camino y te vas a arrepentir. Te veré mojando mis zapataos con tus lágrimas ¿Captas?
-Es por esto que nunca pudimos tener nada serio. Siempre quise pasar contigo de por vida y tú lo único que buscas en un siervo que te abanique mientras comes uvas y ya ¡Me cansé! ¡Me cansé de ser tu empleado!- sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-Pues no, tristementa para tí no, nunca vamos a tener nada serio. Primero muerta antes que pasar mi vida contigo. Y si, te tengo para barrer el piso por donde voy a pasar, para usarte de alfombra, de esclavo, abanicador, mayordomo ¡Llámalo como quieras! Peor eso es lo que te gusta a tí, estar bajo mis zapatos y ahí te quedarás o no hay nada ¿Comprendes?- gritaba mientras mi mamá parecía que miraba una película de acción, Edward contenía la risa y Danielle estaba cabizbaja.
-¡¡¡Lo sé!!!- gritaba- ¡Es por ese maldito director ¿Cierto?! Es él quien tú quieres y no a mí, nunca me has querido, no has visto que en estos cinco años de seguirte como un estúpido me enamoré de ti y te aguanté todo para que venga un tipo de 25 años y te haga delirar sin siquiera luchar por tu amor como lo he hecho yo.
-Corrección, son 24 años...y ¡Si! ¡¡¡Me gusta!!! ¡Me gusta Harry! Sabes porque, porque no es un niñito inmaduro como tú ¡Él sí es un hombre hecho por dentro y por fuera! No anda con esas lágrimas de Magdalena que estás derramando tú que me abruma y me hastian hasta hacerme vomitar. Él si sabe como es tratar a una mujer, como hacerla sentir sin siquiera tocarla. Tú con todas y tus calenturas me dejas fría y él sólo me mira y me prende. Aprende, aprende a ser un hombre, amárrate los pantalones y hablamos. Mientras puedes largarte- con suerte no me trabé.
-Así que es cierto, todo es por él- negaba mientras lloraba como niño.
-No. De hecho, no. Desde antes de conocerlo me repugnabas pero te aguantaba, pero ahora que apareció él me hastias mucho más. Comparándote con él, no eres nada más que un niñito. Haces un favor al largarte....adiós- agité mi mano.
-No volveré a tí, Jane. Y espero que no te arrepientas- dio media vuelta y salió.
-Wooooooooooow- dijo Edward con los ojos abiertos- Si hubiese sabido, hubiera traído palomitas y refresco.
-No es que cubra a Jane, pero ese chico necesita terapia, es muy dependiente sicológicamente de Jane- dijo mi mamá.
-Eso no le da derecho a tratarlo así- dijo Danielle desprobándome.
-¿Ahora vas a defenderlo? ¿Por qué no vas y lo consuelas? Te lo fajas como premio de consolación. Total todos ya sabemos que es lo que quieres. Igual que tú tienes a Edward sólo por pasar el rato y quien te gusta es Liam- dije de mal humor.
-No sabes lo que dices, Jane- dijo Dani molesta.
-Sé muy bien lo que digo Danielle, no me hagas decir más- la reté.
-Me largo, no soporto escuchar esto, me lo estoy empezando a creer- Edward dio un portazo y salió.
-¿Ves lo que haces?- dijo Danielle desconforme.
-¿Lo que hago? Eso lo provocas tú por no amarrarte las bragas cuando estás frente a Liam- di un portazo y tambien salí. 
Justo al pasar la puerta sentí a alguien tras de mí, di media vuelta. Harry descansaba recostado a la pared a la par de la puerta con los brazos cruzados, me puse nerviosa instantáneamente. Mi corazón se aceleró y mi respiración quedó pausada. Él me miraba con una mirada penetrante y un rostro inexpresivo.
-Bonito drama, gran declaración- se le escapó media sonrisa ¡M%$&!

Mala JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora