ENAMORADOS DE LOS SLYTHERIN

¿Volveremos a Hogwarts?

Capítulo 4: ¿Volveremos a Hogwarts?

Narrador P.V.O

- ¿Tarde? ¿Tarde adónde?

- ¡Te lo explico más tarde!- la castaña salió apresurada, dejando atrás a una confusa Ginny.

Hermione llegó a la puerta del aula de Transformaciones toda acalorada y el pelo un poco desastroso. Allí, de pie, estaba Draco apoyado en la pared y con una sonrisa encantadora. Hasta que vio a la leona.

- ¿Para qué me llamabas? ¿Qué es eso tan importante?- preguntó de mala gana la chica.

- Sólo quería ver como estabas.- respondió con aire inocente.

- ¡Ja! ¿Te crees que me chupo el dedo o que nací ayer? Por favor, Malfoy ...¿qué te traes entre manos?

- Bueno ...sólo quería d-discul-cul-pa-par-parme de las estupideces que Rita Skeeter escribe en El Profeta. Si alguien te amenaza o te agrede dímelo y no volverá a ver el sol en su miserable vida.

- Vaya, Malfoy, ¿desde cuándo eres tan caballero con una sangresucia?- preguntó, asombrada por el comportamiento del chico, Hermione.

- Tu adorado amiguito Potter, cuando estábamos en la Batalla Final y Goyle hizo un dragón de fuego, me salvó la vida aunque éramos y somos enemigos a muerte. Pero al parecer él no quiso que yo muriera y me salvó. Creo que la comadreja y tú también estabais allí. Por lo que me siento en deuda, y créeme, no es una sensación agradable.

- Eso se llama remordimiento

- ¡Y aquí tenemos a la sabelotodo de nuevo!- se burló Malfoy, haciendo que la chica diera una carcajada.

- ¿Eres mi ...guardián?

- Sí, al parecer sí.

- Vale, muchas gracias. Lo siento Malfoy tengo que ir a clase está a punto de empezar y Snape me matará si llego tarde.- la castaña sintió un impulso repentino por darle un beso y acabó dándoselo en la mejilla- Adiós, Draco. Espero que haya otra visita así.

- Puedes estar segura, porque también me toca Pociones.>>

Hermione se despertó y se asustó al ver que Draco estaba sentado al borde de la cama, observándola con una sonrisa radiante.

- ¿H-ha-has visto el sueño?- la chica estaba muy roja de vergüenza

- Completo, de pies a cabeza. No sabía que me quisieras tanto.

- Malfoy, si no vas a hacer o decir algo útil o con sentido, no hace falta que estés aquí.- pero en ese momento el Slytherin se acercó a ella y la besó dulcemente.- Me tengo que cambiar de ropa, ¿te importaría salir un momento?

- Claro.

La castaña ya se había cambiado la bata y puesto unos vaqueros ajustados, cuando se estaba poniendo la camisa, entró Ginny y le dio un susto tremendo.

- ¡Ginny! ¡No puedes entrar así, me estoy cambiando!- le reprendió la Gryffindor.

- Tranquila, estamos entre chicas, y me aseguré de que Malfoy estuviera lejos para poder pasar. ¡Te hemos hecho un regalo entre todos, incluido Malfoy!- informó la miniWeasley.

- ¡Vale, déjame terminar de vestirme y me lo enseñas!

La leona se terminó de vestir, cogió sus cosas y, acompañada de Ginny, salió de San Mungo. Se aparecieron en la Madriguera y todos estaban felices de ver a Hermione sana. Aunque Ron no le prestó mucha atención pues estaba discutiendo con Draco.