Capitulo diez.

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Me cambié (multimedia), y salimos de aquella casa y nos dirigimos al centro comercial. Ahí tienen cosas hermosas, puesto a que ahí van puros ricos. 

-¿Quieres un helado? -me preguntó un segundo después de entrar-.

-Está bien -caminé a su lado hasta que llegamos a la gran heladería-.

-Mmm -pensé un poco- quiero uno de kiwi y fresa, con mermelada de piña, por favor.

-Yo quiero uno de galletas, con chocolate derretido y fresas.

-Ahora se los sirvo -dijo la empleada-

-¿Y bueno, aun queda mucho rato para que anochezca, que quieres hacer? 

-¿Y si vamos al cine? -lo miré-

-Lo que quieras hermosa, es tu cumpleaños.

-Sonreí, y nos entregaron los helados. Caminamos hacia el cine y nos formamos mientras leíamos la cartelera.

-¿Cual veremos? -pregunto Harry sin despegar la vista de la cartelera-.

-La que quieras -alcé los hombros y lo miré-

-Bueno, dame dos boletos para *una película que ustedes quieran*, por favor -dijo al chico detrás del cristal, entregándole el dinero para recibir las boletas- Gracias -dijo Harry, para después tomar mi mano camino a comprar palomitas- 

Compramos palomitas extra grandes, dos refrescos, dulces y nachos. Entramos a la sala y subimos varios escalones y llegamos a nuestro lugar. Nos sentamos y esperamos a que comenzara la película mientras comíamos algunas palomitas y todo eso. De pronto la sala comenzó a obscurecerse, se apagaron las luces y la inmensa pantalla se ilumino, primero dieron algunos anuncios y luego ya se apago todo, no se veía nada. Comenzó la película era romántica. Harry coloco su brazo por detrás de mi cuello y me acerco más a el. Bebía de mi refresco y segundos después, Harry me besó, yo le seguí el beso y el pidió permiso para su lengua a mi boca, yo cedí y se armo una pelea de lenguas, el aire nos impidió durar mas y nos separamos. Nos quedamos como una hora más viendo la película, y después se acabó. Se prendieron las luces de la sala y todos comenzaron a abandonarla. 

Harry apegó a él con un brazo en mi cintura, y salimos de ahí. Seguimos caminando por la plaza hasta que anocheció. Subimos al auto y regresamos a casa, estábamos agotados, así que subimos directamente a la habitación.

30 DÍAS DE PECADO | H. S | EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora