Capítulo III

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Abandoné aquella habitación y caminé con pesadez hacia la sala de estar, donde mis padres llevaban rato esperándome para llevarme al aeropuerto. Estaba tan cansada de que tomaran decisiones por mi y de que me trataran como una niña que no podía permanecer sola durante un mes. 

Ya estoy lista — dije sin ánimos, estaba enojada, pero más que eso, estaba asustada y no lo quería admitir. 

Quita esa cara, hija, es solo un mes, y además, ¿quién quita que adores volver a pasar tiempo con tu tío y me pidas quedarte? — soltó una pequeña risa. La verdad es que la partida de su hermano también le había afectado, pero ella trataba de entender sus decisiones. 

Miré a mi padre que se encontraba atando las cintas de sus zapatos, alcé los hombros restándole importancia a la situación. Guardé silencio durante unos segundos y luego hablé — ¿qué pasará con mi fiesta de cumpleaños? ya tenía todo planeado con mis amigos — miré fijamente a mi madre, que estaba buscando las llaves de la casa vuelta loca.

No lo sé cariño, le diré a tu tío para que te lleve de compras o a conocer mejor Nueva York — dijo mi madre haciendo un puchero, estaba un poco triste porque este viaje había sido una sorpresa para ambos en su trabajo y había arruinado todos los planes que teníamos. 

Ya, vámonos — dije suspirando, cansada de hablar de lo mismo, ya había aceptado que no podría cambiar lo que estaba sucediendo, así que solo quería irme.

Ve subiendo tus maletas al auto, hija — me indicó mi padre. Podía ver su inquietud por esa nueva propuesta de empleo. Asentí y salí de la casa sin ganas, metiendo las maletas en la cajuela. Mis padres ya habían montado sus maletas hacía ya rato, y se encontraban en los asientos de al frente, abrí la puerta del auto y me subí. Apoyé la frente en la ventana del coche durante todo el camino, colocándome los audífonos y dándole vueltas a mil recuerdos que empezaban a inundar mi cabeza.

Flashback

¿Qué es? — dije entusiasmada el día de mi cumpleaños número cinco.

¡Ábrelo! — insistió Harry, mirándome con ternura — comencé a abrir el regalo rápidamente — ¡una muñeca! — exclamé emocionada puesto a que era la primera que me había regalado — gracias tío, te quiero muchísimo — me lancé a sus brazos abrazándolo y dejando muchos besos sobre sus mejillas.

-Yo te quiero más, siempre seras mi niña favorita. Nunca lo olvides ¿está bien? — dijo esbozando una sonrisa, depositando después un beso en mi mejilla.

-Nunca lo olvidaré — sonreí mirando mi muñeca.

Fin del flashback

Mis padres y yo entramos al aeropuerto, y cada quién tuvo que dirigirse a áreas diferentes ya que iríamos a distintos lugares. 

Adiós pequeña, compórtate — dijo mi padre mirándome con amor y después me abrazó.

Adiós papá — besé su mejilla y después abracé a mi madre — adiós mamá. Los amo — mi padre sacó dinero de su cartera, y me lo entregó — Michelle, quiero que te hagas tu mayor esfuerzo y que te portes bien con tu tío, sé que no lo has visto desde hace mucho y es difícil para ti — hizo una pequeña pausa y después volvió a hablar, con la intención de hacerme sonreír — dice que sigues siendo su sobrina favorita.

Soy la única que tiene — dije con sarcasmo, tomé el dinero y me despedí para luego irme sin mirar atrás. Por fin era hora de abordar, tomé mis maletas y mi bolso y me dirigí a la fila para ingresar al avión. Esperé por unos minutos y una chica solicitó mi boleto, al verificar que todo estuviera en orden, seguí mi camino. Una vez en el asiento que me correspondía, ajuste mi cinturón, iniciaron a dar las instrucciones y advertencias. Me relajé y me coloqué los audífonos.

El tiempo pasó volando. Anunciaron que nos abrocháramos bien los cinturones porque íbamos a aterrizar. Aseguré mi cinturón y el avión comenzó a descender. Nos informaron que bajáramos con cuidado y en orden, recogí mis maletas, al salir del avión estuve dando mil vueltas en el aeropuerto, buscando a Harry con la mirada.

30 DÍAS DE PECADO | H. S | EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora