Capítulo 5.

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Emociones diferentes. Pensamientos diferentes. Un amor diferente. Eso era Harry, y más. Tenerlo a tan sólo milímetros de distancia me hacía querer desfallecer entre sus brazos. Él era capaz de provocar tanto y nada en mí; como si mi cabeza estuviera en una lucha eterna con mi corazón. "Me gusta", decía mi corazón, mientras que en mi cerebro retumbaba un gran: "______, es tu profesor. Es imposible". Dios, estoy acabada. Toda la estúpida semana me recalqué el hecho de no fijarme en él, y lo primero que hago es echarle el ojo. Bien, _____, bien.

Alcé mis manos, hasta rodear su cuello con éstas. La música seguía siendo electrónica y agitada, por lo que podía sentir su cuerpo moviéndose junto al mío, haciendo chocar mis pechos con su abdomen y su entrepierna con mi muslo. Un cosquilleo me recorrió entera al momento de sentir el bulto de su pantalón. Bajé la vista con disimulo, aparentando que arreglaba un mechón de mi cabello, y vi cómo su pelvis se hacía de atrás hacia adelante al vaivén de la melodía, tal como mi pelvis. Era raro sentir esto sólo con él. Yo podría haber bailado con millones de chicos antes, pero nadie me producía esta sensación más que Harry. Volví a mirarle a los ojos y encontré una sonrisa muy bien puesta en su rostro, a lo que se la correpondí de inmediato. Podía sentir su aliento chocar con mis labios y cada corriente eléctrica se hacía más potente al ver cómo su rostro se acercaba cada centímetro más, hasta casi poder sentir su boca en la mía. Si no fuera por el casi...
-¿Styles?-una voz a nuestras espaldas habló, logrando que la distancia entre nosotros aumentara.
Claro, ¿quién más desubicado que Louis? Su celeste mirada se concentró por unos eternos segundos en mí y luego en Harry. Agradezco al mundo por que estuviéramos en un salón sin mucha luz, pues mis mejillas ardieron y enrojecieron en el acto.
-Louis, ¿cierto?-Harry entrecerró los ojos.
-Sí-él asintió en una sonrisa-. ¡Qué sorpresa encontrarte aquí, Harry!
-La sorpresa es para mí, que me he topado con varios chicos del colegio-rió.
-Vinimos juntos, si te refieres a ______-me miró con los ojos más abiertos de lo normal-, y a Niall.
-Oh, excelente-asintió, para luego quedarnos todos sumidos en un incómodo silencio-. Este... eh, iré por un refresco, nos vemos.
-Adiós-dijimos Louis y yo.
Justo antes de que Harry volteara, uno de sus ojos se guiñó hacia mí y todo mi cuerpo se estremeció. La escena de tener esos labios tan cerca de los míos sacó una pequeña sonrisa, la cual Louis se encargó de borrar dándome un codazo en las costillas.
-¡Auch, Louis!-le devolví el golpe-. Eres un bruto.
-No me importa-rió-. Dime, ¿qué onda con el profe Styles?
-¿Qué?-planté el grito en el cielo-. ¿Cómo que qué onda? ¡Está claro que sólo bailábamos! ¡Uf, qué idiota eres, Louis! ¿Dónde está Liam? ¿Y los demás?-dije todo en menos de tres segundos. No tenía planeado ponerme tan nerviosa. ¿Qué demonios me pasa?
-Sí, como no-rodó los ojos-. Están en la barra, te venía a buscar.
Mierda, Harry estaba en la barra también. ¿Por qué todo me juega en contra y a la vez tan a favor? Caminé junto a Louis con todos los nervios puestos en mis pasos. Luego de lo que pudo haber pasado con Harry, no hallaba forma de poder mirarlo como un simple profesor.

La Filosofía De Amarte |styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora