03 Juicio veloz y misión tormentosa

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Después de un año de espera, por fin se celebró el juicio de Edem. Todo esto sucedió la semana pasada. Yo ya me he adaptado por completo a la tropa de exterior. Teniendo a Live como mi atractivo capitán y a Rizo como mi más que compañero, el ejército no está tan mal.

Antes de pasar a hablar de la tropa exterior quiero terminar de explicar qué pasó con Edem:

La justicia es lenta, pero una vez que empezó el juicio no duró mucho. Un sacerdote declaró en su contra y finalmente el jurado decidió que lo mejor para evitar los riesgos de que se convirtiera en un gigantés y nos matase a todos era condenarle a muerte. De alguna forma, Live, llegó a la conclusión de que la razón por la que Edem podía convertirse en un gigantés debía estar en algo escondido en su sótano de la casa de Sinsal-sinna, donde había pasado toda su infancia (por aquel tiempo aún era mi amigo).

Candy, una compañera de la tropa exterior que se dedica a estudiar a los giganteses como si no hubiera un mañana, le sacó toda la información que pudo a Edem y le robó la llave de aquel sótano que llevaba colgada al cuello. Una vez que bajó la guillotina le cortó la cabeza al condenado (ahora sí, matándole del todo, para siempre, sin vuelta atrás) y nosotros, los de la tropa exterior, nos marchamos en la misión hacia el muro Tribia, al distrito Sinsal-sinna, para encontrar el sótano (si es que no había sido destruido aún) y descubrir el secreto que allí se guarda. Live estaba seguro de que si conseguíamos transformar humanos en giganteses podríamos luchar contra ellos y salvar la humanidad.

La verdad es que a mí todo esto me parece una locura y no confío en que sirva para nada útil, pero estoy obligado a ir a la misión, así que me aguanto y voy.

En estos momento estoy montado en un caballo. Llevo ya cinco días viajando con Live, Rizo, CPU, Candy, Annie e Ian. Puesto que estamos en el muro Tribia, que ahora está totalmente invadido por giganteses, no podemos despistarnos, ya que en cualquier momento podrían atacarnos, pisarnos y desmembrarnos hasta la muerte, acabando así con nuestras preciadas vidas. Pero yo no estoy asustado, sé que CPU y Live nos protegen, ellos son los típicos soldados fuertes que no dejan que nadie muera, salvo los de relleno o una chica pelirroja a la que todos querían llamada Pietra. La verdad es que no dejaron que ella muriera, solo que fue inevitable, un accidente. Ese día fue más triste que la etapa en la que Heidi vivía en Frankfurt y se volvía loca por volver a las montañas. Adoro ese anime, joder, espero que el remake que van a hacer sea bueno y no estropee mi infancia.

En la misión, cuando cae la noche, montamos un campamento y nos turnamos para hacer guardia. Desde que Rizo duerme conmigo en mi tienda de campaña estoy empezando a cogerle el gusto a las misiones. Durante todo el día continuamos a caballo cruzando el muro, solo paramos para comer en algunos restaurantes de comida rápida. Parece increíble que en territorio de giganteses siga abierto el Burger Prince y el Starbucks, pero no creáis que es tan raro, el otro día paramos a pasar la tarde en una Apple Store, ¿Quién se iba a imaginar que en medio de ninguna parte habría un centro comercial? Yo no me lo esperaba, la verdad. Pero lo más curioso es que estaba lleno de gente.

Permitidme que a partir de ahora hable en presente, pero es que está sucediendo ahora. Ya lo he contado todo y a partir de aquí os lo voy a ir contando conforme me vayan sucediendo las cosas. Continuamos nuestro camino, de momento no hay ninguna baja en el grupo. Estamos los que somos y somos los que estamos. Nadie ha muerto aún, ni siquiera el de relleno, Ian. Es muy recomendable llevar personajes de relleno a las misiones, por si sufrimos el ataque de los giganteses y alguien tiene que morir, lo hace el de relleno, ya que por él no se va a preocupar nadie, pero si muere Live, todos lo pasaríamos fatal sabiendo que nos quedamos sin probar de un cuerpo como el suyo. Así es, yo aún no he tenido la oportunidad de hacer nada con él, se hace el difícil.

Ataque a los GigantesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora