Pelea dulce

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Al principio Sam se quedó en blanco, sin saber que hacer, en silencio.

-Sam, por favor, sé que estás ahí.

-¿acaso vienes a decirme algo más? ¿no te has quedado totalmente satisfecho antes?

-Por favor Sam, intento disculparme.-Sam suspiró.

-Pasa, está abierta.

Drake entró en la habitación y se puso a mirar a todos lados, Sam se encontraba en mitad de la habitación mirándole con cara de pocos amigos.

-¿qué haces ahí de pie?

-Iba a cambiarme de ropa cuando me has interrumpido.

-Adelante, no te cortes, te esperaré aquí.-Sam entró en el cuarto de baño y salió varios segundos después con sus camiseta negra larga y su pantalón corto verde. Olía a las noches que pasaba viendo la tele con su padre y con pince...Ian encima. Sam miró a Drake, que la observaba de arriba a abajo como muchas otras veces había hecho. Sam se fijó entonces en la cara de Drake, que sangraba, y se olvido por completo de todo lo demás.

-¡Drake! ¿qué demonios te ha pasado?- Sam se puso a su lado y empezó a mirarle la herida, le sangraba la frente y tenía gran parte de la cara hinchada.

-Tú novio, eso es lo que me ha pasado.

-Ian no es mi novio, y si te ha hecho esto es que te lo merecías.- Sam les puso ambas manos en la cara y se concentró para curarle.

-Entonces debo estar equivocado y te vas besando con todos los chicos que conoces.- Sam le terminó de curar y le dedicó una mirada de rabia.

-Solo con los que resultan ser unos completos imbéciles.-Sam se sentó en la cama y abrió las ventanas de par en par sin mover un músculo.- Si ya has terminado de incordiarme, por favor, piérdete, no tengo ganas de aguantar tus gilipolleces.

-Se supone que venía a disculparme, pero veo que no estas de humor.

-¿que no estoy de humor, Drake? ¿qué no estoy de humor? Me dices eso sobre mi madre y después vienes aquí para seguir diciendome cosas. ¿qué demonios te pasa?

Drake se quedo completamente serio.

-Creía que era yo al que querías, me pediste que jamás me separara de ti, que me necesitabas. Yo era el único capaz de calmarte o incluso de tocarte-Cogió aire y continuó- y de repente aparece un tio de la nada, te dice que es un dios y me olvidas completamente.

-Yo no te he olvidado Drake, y no sé porque te dije eso, no lo entiendo, no era yo misma cuando te dije. Yo no quiero herirte.

-¿y entonces qué pasa con el Dios?

-no sé lo que pasa con él, no tengo nada claro ahora mismo. Y además ¿qué tiene que ver él todo esto? Creía que habías venido a pedirme perdón.

Drake suspiró y después la miró a los ojos

-Siento mucho todo lo que he dicho sobre tu madre, no lo decía en serio, solo estaba dolido.

-Esta bien, supongo que eso me vale.

-Claro, olvidaba que eres una diosa ¿debería hacerte una ofrenda? quizás una vaca o toda una cosecha.

-Me conformaría con haber terminado mi cena.

-baja a la cocina, seguramente aún te preparen algo. Si Ian no ha destrozado también la cocina.

-¿también?

-AH, sí. Después de casi matarme destrozó el comedor.- Se tumbó en la cama y empezó a toquetear su móvil.- Joe me está llamando, tengo que irme.- Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta- No creas que me he rendido Sam, si aún no estás con él significa que puedes estar conmigo, y realmente siento todo lo que he dicho.

El cazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora