''Mi deber y mi trabajo''

191 13 16
                                    

El viento golpeaba mi piel a medida que avanzaba, la corte de la ciudad estaba en la parte sur, tendría que coger un carro, pero decidí ir en bus, ¿me pregunto qué injusticia se estarán cometiendo en la corte  general?, la corte ejerce sus poderes y potestades a través de las leyes y el cumplimiento de las normas, eso leí en un libro mi primer año en la tierra, pero esa corte no apelaba las palabras a defender correctamente, pues, no dejaba la expresión de ideas, injusticia, eso era, para los implicados y para sus defensores. Deje de pensar en aquello y llegue a la parada del bus.

Luego de esperar  unos 8 minutos llego el gran camión, entre y me senté en la parte delantera. Se preguntaran ¿Cuál es mi deber?, pues es mantener el orden y “justicia” del mundo, sí, ya sé que el mundo es inmenso, pero por estos 3 años que han pasado y por 4 años más seguiría en esa ciudad. Los años de vida para un ángel son infinitos, por lo que no me preocupo por ello.

Sin darme cuenta ya estaba en la esquina de la calle, y al lado, la “Corte Dimial”, entre sin prisas y me senté en los asientos de los visitantes. El juicio aun no empezaba por lo que me concentre en saber a quién debía de hacer justicia y a quien le tenían que hacer juicio, localice el núcleo, eran dos señoras mayores, como de 46 años, con expresión preocupada y las manos temblorosas, ya sabía a quién proteger de alguna injusticia. Entro luego de unos segundos la jueza suprema, con ese aire de superioridad y mandatario, se situó en su elevado asiento y comenzó la cesión.

Luego de 30 minutos de defesas por parte del “inocente”  y la defensa y réplicas de las señora la jueza tomo 15 minutos de descanso, como era costumbre de ella. En ese tiempo allí, ya sabía qué hacer, les conté que mis hermanos y que la mayoría de los ángeles no se pueden dejar ver por los ángeles, no? pues  no estoy en la lista, mi “deber” es realizado a simple vista, pero, ¿Quién dejaría entrar al estrado a una chica de 18 años?, nadie, por lo que siempre tenía que dirigirme al baño y “transformarme”, no en ángel, sino en una abogada que yo misma cree, todos la conocen con el nombre de Marsella, una joven de 27 años, abogada certificada y no muy apreciada por la jueza.

Salí del baño  y entre al Estrado, ahora, como Marsella, me acerque a las señoras, posé mis manos sobre sus hombros en señal de apoyo y comencé a explicarles. Ya habíamos repasado todo el caso, volvió a hacer presencia su excelencia la jueza, la cual al verme puso un gesto de molestia, sabía que siempre defendía a los inocentes y cumplía con lo que ella no hacía, hacer justicia.

El abogado del otro implicado, comenzó su argumento de por qué su cliente era inocente, como respuesta para nada sorpresiva los jueces inferiores dieron sus votos, 5/6 un voto más y hubieran terminado cesión, Comencé ahora el argumento de las señoras.

-La señora  Cameló y la señora Nuños, certificaron a su nieto como suyo mediante un contrato, ese hombre que dice ser su padre le arrebato a los niños y se los llevo con él un martes a las 14:00 horas, por lo que investigue, los niños tienen moretones y al momento que mis clientas se enteraron fueron en busca de sus nietos, Excelencia, si su abogado puede responder el porqué de sus maltratos, entonces se asumirá el cargo a mis clientas. Gracias.

Regresé a sentarme en mi asiento y espere la respuesta. Ya llevaba 3 años haciendo aquello, por lo que me había acostumbrado a saber hablar correctamente. El abogado de pelo crespo comenzó su defensa, pero como había imaginado, no tenían pruebas y mucho menos, defensa alguna. Luego que los jueces inferiores lo conversaran dieron su veredicto final y las señoras quedaron inocentes, el supuesto padre por maltrato a un infante se le otorgo 1 año de cárcel y 4 de servicio comunitario. Las señoras comenzaron a sollozar y yo les sonreí, cumplí con mi misión del día, no me había dado cuenta  pero ya eran las 1 del mediodía, por lo que en el camino me compre la comida. Entre al baño del local y me “transforme” en mi cuerpo humano. Luego de comer me acorde de esos chicos, sí, le había dado mi promesa de pagarles sus ropas, recordé aquella empresa de la cual me hablaron y emprendí camino.

Caminando vi el cielo, se veia despejado y tranquilo. No habia nadie cerca. Estaba con muchas ganas de dar un paseo. Me escabulli dentro de un callejon y saque mis alas, deje de ser una humana y mi piel se acalaro mas de lo que ya estaba. Mi vestimenta color crema se convirtio en un fino vestido blanco con mangas cortas. Se me formo una diadema en la cabeza, un signo de que era la princesa de la justicia. Aunque mi abuela, la reina Cristal siempre decia que yo era especial en otros sentidos. 

Subi hasta las nubes y me sente suavemente en ellas, aun me quedaba tiempo para ir al estudio de los chicos. Cerre los ojos y senti el vaiven del viento. ''Tienes tiempo sin visitarnos'', era mi madre la que hablaba  desde ahi, aunque no la viera. ''Lo siento madre, lo hare pronto'' conteste serena, luego de cinco minutos no me quedo otra opcion que bajar a la tierra, en verdad extrañaba el cielo y sus misterios. Volvi al mismo callejon tranquila, nadie me podia ver cuando no era humana, quien pasara cerca de alli solo sentiria una melodia tranquilizante. Escondi las alas y sali del mugriento lugar con la misma ropa con la que habia entrado. 

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hola! Espero y les este gustando! 

La foto de al lado es del ''burlesco', pero tierno David.

Esperare con ansias sus comentarios y criticas! Un beso!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

~Wings of Angels~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora