Las Crónicas del Ángel de la Muerte

Luxa-EDITADO

Adjunto Foto de Silver/Luxa/Shitala

Silver

Esos recuerdos de una vida mía, sí, los sentía ajenos, sí, me resultaban confusos... habían cosas que no concordaban después de mi muerte... Luxa era un ángel, que como yo nació ese día, ella era muy diferente a mí, nunca se callaba, era entrometida y traviesa, ella causaba problemas y según yo el manual no las permitía, le gustaba gastar bromas a los seres humanos y hasta donde sabía un ángel no podía materializarse frente a ser humanos con fines egoístas, solo podían aparecer para brindar consuelo y ser evidencia de lo divino, a unas cuantas personas.

Luxa jamás fue reprendida, de hecho pasó a ser la favorita de Gabriel y el consejo, no entendía como eso era posible. Una vez oculté mis alas y un flash back de mi vida pasó, mi vestimenta y mi falta de sentidos regresaron por breves minutos, yo estaba haciendo las compras en la ciudad blanca... varios ángeles me delataron y el consejo tomó medidas drásticas. Estuve prisionera por varios meses y era sometida a varias pruebas.

Gabriel las supervisaba, casi todo el tiempo era sedada, menos un día en donde quería ver que hacían conmigo y fingí tomarme los sedantes. Me pusieron frente a un espejo, los espejos estaban prohibidos en todas las ciudades de los ángeles ya que servían como puertas, puertas hacia lo desconocido, al menos eso era lo que decía el manual.

De reojo vi como alguien idéntica a mí salió del espejo, esperé pacientemente hasta que sentí dolor, la invasora estaba posesionándose de mi cuerpo, quejándose de lo incomoda que se sentía siempre que usurpaba mi cuerpo, perdí el control sobre mis funciones corporales y me sentía como una espectadora.

Gabriel entró a la habitación y cubrió inmediatamente el espejo, bienvenida Shitalá. En eso respondí, por favor Gabriel te he dicho mil veces que no menciones mi nombre por el momento soy Luxa me entiendes.

Si no mal recordaba Shitalá era la diosa de la viruela eso lo había leído hace mucho tiempo. Definitivamente algo estaba mal con todo esto. Gabriel y el consejo estaban involucrados. Sentí un gran pesar y mi conciencia se apagó.

A lo lejos me escuché hablar diciéndole a Gabriel que no olvidara implantar recuerdos sobre Luxa en mi memoria. Era de vital importancia que el plan no saliera de la habitación.

Todo era tan confuso, ¿era acaso la realidad? Me sentía en un sueño, al parecer eso pasaba pero por qué tenía la sensación de que no era así.

Recuerdos de mi vida mortal y lo de hasta ahora mi vida como ser alada a la vez, cada uno inconfundible, cada uno abrazador...