Las normas no siempre se cumplen. Esa había sido tan solo una de las lecciones que habían tenido que aprender, pero ambos saben que solo ellos pueden encontrar el modo de volverlas a hacer funcionar y así terminar con todo lo que empezaron. Ariadne y Raúl deberán buscar el modo de reducir a cenizas a la persona que los llevó a enfrentarse el uno al otro en un duelo donde no existen vencedores o vencidos, dejando de lado todo lo que una vez creyeron y abriendo las puertas a nuevas oportunidades.